No tengo la honra de conocer personalmente al dirigente peledeísta y exdirector de Adunas Fernando Fernández, pero confieso que ha sido de los funcionarios del gobierno de Danilo Medina que se ha ganado mi respeto y admiración por la actitud responsable que ha mostrado frente a los problemas con que ha tenido que lidiar.

Empecé a observar su conducta en medio del conflicto de la Dirección de Aduanas con las agencias de couriers por la exención impositiva a las compras por Internet. Para cualquier funcionario ese era un problema espinoso, pues implicaba tirarse encima un tema político, por la enorme cantidad de jóvenes que han hecho una cultura de las compras de bisuterías en la red.

Sin embargo, el exfuncionario se supo vacunar contra el populismo y defendió una posición razonable en el sentido de que permitir que una parte de la población tuviera exenta del pago de impuestos en la compra de bienes no prioritarios constituía un irritante privilegio.

El conflicto se zanjó en contra de Aduanas en los tribunales, pero ello no fue óbice para que Fernando Fernández mantuviera su posición, al mismo tiempo que cumpliera el fallo.

A partir de ese momento, le pregunté a un comensal de los antiguos círculos de Danilo Medina por el entonces funcionario. Me dijo que junto a Rubén Bichara, Radhamés Camacho y Carlitos Pared Pérez formaba parte de un “exclusivo grupo de amigos personales” del mandatario, una suerte de “paño de lágrima político”.

Pero también se me habló de su sólida formación política en la otrora Unión Soviética y su militancia en el PLD. Como colofón, el amigo me agregó que conjuntamente con Guarocuya Félix era un hombre en extremo decente, vertical y sin dobleces.

Esos últimos tres atributos de su escurridiza personalidad los he comprobado en una reciente entrevista televisiva a la que el exfuncionario compareció para poner el dedo sobre la herida abierta que ha dejado la reelección de Danilo en el PLD.

Dentro de las cosas valientes que dijo están estas tres: “la reelección de Danilo Medina lo cambió todo, esto es irreconciliable”, “otra aventura reeleccionista dividiría al PLD” y “con pena digo que siento ya aprestos reeleccionistas, eso me dice que el rompimiento es inevitable”.

De lo que habla Fernando Fernández es de que los peledeístas están despertando de la hipnosis de un Danilo con un aura política “angelical” y ante sus ojos se revela un gobernante ambicioso con un destino manifiesto de permanecer en el poder contra vientos y mareas.

¿Qué puede hacer un líder político de la conciencia histórica de Leonel Fernández ante la vuelta de los estropicios reeleccionistas de Danilo Medina? El quiebre luce que sería inevitable.