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Fuerte San Gil otro monumento en abandono

Fuerte San Gil  otro monumento en abandono

Aunque hace más de dos años que iniciaron los trabajos de remodelación de la ciudad Colonial, pareciera que la falta de planificación y de un protocolo que incluya fecha de entrega, han creado inconvenientes, que retrasan, y develan la cantidad de monumentos abandonados en el entorno.

Entre estos está el fuerte de San Gil o fuerte del Matadero es uno de los monumentos coloniales que se encuentra sumido en el abandono total, sin que al parecer a las autoridades correspondientes les importe, a pesar de la excelente ubicación geográfica y turística en que está situado.

Siendo un monumento a la vista de todos, y de fácil acceso por estar en el malecón de Santo Domingo, próximo a los hoteles más importantes de la capital y del puerto Don Diego, se ha convertido en dormitorio y letrina de indigentes y “palomos”. Allí se bañan, lavan, tienden sus ropas y hasta cocinan.

Este centro de mugre, que en el pasado sirvió como fortaleza para los colonizadores españoles, enclavada en los acantilados de la avenida George Washington esquina Palo Hincado, próximo al Obelisco Hembra (Trujillo-Hull), en Ciudad Nueva y fue construida con la intención de defender la isla de invasores y piratas, paradójicamente ahora no tiene quien lo defienda.

No es solo su edificación la que luce abandonada también la “playita” que queda en su alrededor está llena de desperdicios y basura. Con la construcción de una escalera de concreto por parte de Obras Públicas, para que los visitantes puedan bajar hasta la arena de la playita y observar las cuevas y el mar de cerca, el área ha empeorado ya que sin vigilancia, las cuevas se han convertido en guaridas de ladrones y drogadictos.

Lleno de escombros y basura, esta importante edificación de la Era Colonial ha sido desmanteladas, debido al robo de algunos objetos de valor histórico y metales.

Desde su entrada se puede observar el deplorable estado de abandono de la estructura, además de que una parte de ella es usada como depósito de chatarras de sillas, mesas y otros objetos en estado de oxidación y un mal olor es el escenario que presenta esta antigua plaza de armas.

El fortín construido con una parte elevada sobre el mar, de forma poligonal, con cinco lados y dos frontales, con el transcurso del tiempo y tras la invasión de Francis Drake, fue sufriendo modificaciones para reforzarlo en su defensa de Santo Domingo.

Su nombre se debe a San Egidio, o San Gil, como se le conoce en el mundo de lengua española, fue un ermitaño de origen griego que vivió entre los siglos VI y VII, peregrinó desde África a Francia defendiendo la fe cristiana.

EL DATO

En sus inicios
Fue una torreta circular, construida posiblemente en el 1543, cuando el arzobispo y presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo, don Alonso de Fuenmayor inició la construcción de los muros de la ciudad de Santo Domingo.

El Nacional

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