Todavía faltan dos meses para que los miembros de la Asociación de Cronistas de Arte, entidad mejor conocida por sus siglas como Acroarte, escojan al sucesor de Máximo Jiménez, quien ha hecho un trabajo excelente al frente de la entidad que agrupa a los periodistas de espectáculos del país.
Su sucesor será, sin lugar a dudas, José Antonio Aybar, editor de espectáculos del diario El Nacional, donde escribe regularmente una interesante columna donde abarca diversos aspectos de la farándula y resume las entrevistas que realiza en su popular programa diario de radio.
Siempre sonriente y de aspecto jovial y juvenil, a pesar de su cabellera canosa, Aybar se ha destacado dentro del gremio por ponerse al lado de las causas que benefician a la institución y a sus afiliados, provenientes de los medios escritos, hablados y electrónicos, lo que lleva a los periodistas a no encontrar un profesional mejor que él para situarse en la presidencia de Acroarte.
En vista de la internacionalización de la entidad, Aybar es la persona ideal en este aspecto porque viaja con frecuencia a países donde está la noticia, cubriendo conciertos fuera de República Dominicana y tocando los más diversos temas en su programa radial.
Aparte de Aybar se habían escuchado algunos nombres de posibles aspirantes a la presidencia de Acroarte, pero ninguno de esos nombres ha logrado el apoyo que los hubiera mantenido todavía en la lista de candidatos a presidente, lo que lo ha dejado como único candidato, sin oposición aparente.
Y con el poco tiempo que falta para las elecciones (el último sábado de junio), parece improbable que surja alguien que amenace sus intenciones de dirigir a la agrupación que cada día cobra más importancia y respeto gracias a la labor realizada por Jiménez y su equipo de compañeros que cuentan con la confianza incondicional del gremio.
Aybar es el periodista que goza del respaldo de los diversos sectores de Acroarte, lo que permite a los observadores augurar que no tendrá obstáculos en ganar las elecciones a la presidencia cuando concluya la gestión de Jiménez, a quien le tocó la difícil tarea de estrenar el nuevo nombre del premio, llamado ahora Soberano, y conseguir que la Cervecería Nacional Dominicana continuara brindando su valioso apoyo a la respetada organización.
