¿Qué Pasa?

GENERALIDADES

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Propósitos 2009

     Siempre para esta época, cuando el año ha dado su último suspiro, con sus estertores de tribulaciones y esperanzas, propongo mis inquietudes y deseos para el año que se estrena.  Quizás éste no sea uno de los mejores momentos para desear felicidad a nuestros congéneres, en especial, al pueblo dominicano y a aquéllos que sufren los embates de la violencia y de los encuentros bélicos.      El mundo desfallece bajo las garras de una guerra estéril, el terrorismo, las enfermedades, los atropellos, la desigualdad social, la iniquidad.  Pese a todo, nuestro espíritu debe hacer acopio de valor para luchar contra el torbellino que intenta destrozar la moral y tirar por el suelo nuestras buenas intenciones.

     En uno de mis recorridos cibernéticos a través de la red, me llamó poderosamente la atención uno de los correos que recibí.

     Me dije que no debía quedarme con esta joya para mí solo.  Tenía que compartirla, aprovechar sus enseñanzas y presentarla como una proyección para el nuevo año.      He aquí lo que me pareció uno de los agradecimientos y propósitos más profundos que he leído:

¡Gracias, Señor!

     “Gracias, Señor, por todo cuanto me diste en el año que termina; por los días de sol y los nublados tristes; por las tardes tranquilas y las noches oscuras; por la salud y por la enfermedad; por las penas y las alegrías”.

     “Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste; por la sonrisa amable y por la mano amiga; por el amor y por todo lo hermoso y todo lo dulce; por las flores y las estrellas; por la existencia de los niños y de las almas buenas”.

     “Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes; por las dificultades y las lágrimas; por todo lo que me acercó a Ti; por haberme conservado la vida; por haberme dado techo”.

Nueva vida

     “¿Qué me traerá el año que empieza?

     ¡Lo que Tú quieras, Señor!

     Pero te pido fe para mirarte en todo.

     Esperanza para no desfallecer.

     Caridad para amarte cada día más y para hacerte amar entre los que me rodean.

     Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad.

     Dame, Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.

     Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y las  mentes activas, y que me  halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.

     Derrama, Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede tu paz al mundo entero”.

     Y yo, humilde servidor, postrado ante mi Dios, el Dios de todos, el Arquitecto del Universo, y despojado de todo lo vano, imploro con todo fervor:      Que no nos falte la esperanza; que nos sobre la bondad y el amor; que habite en nosotros la reconciliación y el perdón. Amén.

deferentetmartinez@hotmail.com

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