Opinión

GINECOLOGÍA ACTUALIZADA

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No soy partidario del aborto”

Pido tolerancia con mis ideas.   El 5 de julio de 1985 se aprobó en España la ley del aborto (Ley Orgánica 9/1985) por la que se despenalizan tres supuestos de su práctica: Evitar un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada, que el embarazo fuera consecuencia de un hecho constitutivo de un delito de violación y la presunción de graves taras físicas o psíquicas en el feto. Cualquier similitud con nuestras demandas no es casualidad.

 A continuación transcribo parte de las declaraciones de Álvaro Cuesta, diputado y secretario ejecutivo de Libertades Públicas del PSOE,  en una entrevista con Europa Press Televisión, después que el secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, reclamó a los diputados y diputadas que no apoyen una ampliación de la ley del aborto.

“Las leyes no son la expresión de la voluntad de Dios, las leyes son la expresión de la voluntad del pueblo, de los representantes del pueblo, así será también en el caso de la reforma de la ley del aborto.  Eso es lo que se tienen que meter en la cabeza algunos sectores que confunden las cosas, que nos acusan de una fobia cuando no hay fobia, hay una voluntad de máxima convivencia y respeto”.

Eso sí, recalcó que ese “respeto” se enmarca en la laicidad del Estado, y que la “laicidad positiva” no es algo que afecte sólo a la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, sino que “significa que una ley es la expresión de la voluntad del pueblo y no la voluntad de una conferencia o de una confesión religiosa concreta”.

De hecho, aseguró que el Parlamento será “muy reflexivo” y “muy dialogante para conocer el punto de vista leal de todos y todas”. “De forma objetiva es necesaria una reforma” que “acabe con actitudes de persecución intolerante e inquisitorial” contra las mujeres y con las “agresiones a la dignidad”, afirmó Cuesta

“Yo no soy partidario del aborto, y no lo soy porque considero que la interrupción del embarazo es un mal, un mal no deseado por ninguna mujer, pero no soy partidario de criminalizar a quien tiene que tomar una decisión trágica”, argumentó el diputado socialista, que insistió en que “no hay frivolidad” sino que “hay un drama” en quien se plantea abortar.

Así, en su opinión, el aborto “no es la mejor solución, pero no es para incriminar”. Por ello, defendió “la máxima descriminalización” del aborto para terminar con la “falta de respeto” y la “actitud inquisitorial”.

“Creo que haremos, desde la búsqueda máxima del consenso, una reforma que no defraude las expectativas, pero recordando que la reforma será voluntad de los representantes del pueblo, no voluntad de un credo religioso”.

lfondeur@gmail.com

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