Se escucha con frecuencia la frase dicha por muchas mujeres que reza “prefiero que me golpeen y no que me insulten”, la cual en este caso describe el sentimiento de que muchas palabras duelen más que el maltrato físico.
“Muchas mujeres entienden que el golpe físico lastima, pero se supera, mientras que los golpes emocionales destruyen su identidad, dignidad, autoestima e integridad psicológica, lo cual la sigue lastimado aún el episodio de violencia haya pasado”, define la terapeuta de pareja y sexóloga Heydi Camilo.
Sobre cuál es el detonante que hace que la mujer violentada por su pareja, un buen día decida dejarlo, la psicóloga detalla que esto pasa cuando la víctima se encuentra psicológicamente lista para enfrentar la separación.
“En muchas ocasiones, luego de un episodio de violencia donde la integridad física o psicológica de sus hijos está en peligro, la mujer decide dejar al agresor. En promedio la mujer hace de 8 a 10 intentos de separación antes de dejar al hombre que la maltrata”, explica.
¿Por qué algunas siguen aguantando y no dejan el hombre que las maltrata? –preguntamos- “Cuando la relación de violencia se ha cronificado, la mujer presenta el síndrome de indefensión aprendida.
En este síndrome la víctima entiende que nada de lo que haga podría salvar su vida y no ve ninguna escapatoria de las garras del agresor”.
La terapeuta del Centro Vida y Familia afirma que luego que una mujer víctima de violencia se separa del agresor, le toma mucho tiempo recuperarse. Incluso años. Todo esto con terapia psicológica.
Instituciones
en apoyo
La psicóloga Evelyn Soraya Lara, directora del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas, califica de alarmantes las cifras de mujeres muertas y maltratadas en lo que va de año.
“Nos duele la indiferencia del Estado que no ha levantado la voz y se mantiene indiferente”, dijo Lara.
Explicó que en el Pacam, institución que tiene ya 13 años, las mujeres víctimas de violencia por sus parejas encuentran un equipo especializado en psicoterapia, que les facilita una evaluación psicológica para valorar el impacto emocional y el daño psicológico sufrido.
Además pueden tener atención psiquiátrica, programa de atención psicológica a niñas, niños y adolescentes, todo en un clima de confianza, seguridad y compromiso ético. Ofrecen además programa de educación continua: charlas, conversatorios, cursos y un diplomado, de manera que, si algunas optaran por especializarse en el tema, lo puedan hacer.
La psicóloga detalla que además del Pacam existen otras instituciones que ofrecen apoyo a la mujer en estas circunstancias y son: El Ministerio de la Mujer, con su línea de auxilio las 24 horas; Profamilia, Fundación Vida sin Violencia; Rescatando Mariposas y Núcleo de Apoyo a Mujeres(NAM), en Santiago, entre otras.
El dato
Las estadísticas
Según la estadísticas de la Fiscalía del DN la violencia intrafamiliar es uno de los primeros delitos. Miles de mujeres denuncian a sus parejas o exparejas. En lo que va de año han muerto unas 50 mujeres a manos de sus parejas.
Entre enero y abril del año 2016 fueron acogidas 237 personas en Casas de Acogida, un total de 114 mujeres y 123 niños, niñas y adolescentes, según informaciones de la ministra de la Mujer, Alejandrina Guzmán, quien explicó que estos refugios tienen como objetivo principal proteger a las damas y a sus hijas e hijos menores de 14 años de la muerte violenta, de agresión física, psicológica o sexual, ofreciéndoles además, apoyo social, psicológico, legal y de salud.
Un apunte
Frases que denigran
Hay frases que denigran la mujer, la hieren y anulan como ser humano, dice la psicóloga Heydi Camilo, y una de las más usadas es “Ya no me sirves como mujer”, con la que el hombre dice a su mujer que no sirve como pareja ni en la cama ni en las tareas domésticas.
La psicóloga Evelin Soraya Lara menciona otras frases insultantes usadas por los hombres como maltrato, y son: “Para que me hagas caso”, ” Los hombres se respetan” “Tienes que hacer lo que yo diga”, “A los hombres no se les lleva la contraria”, “Tú te la buscaste”, “A mí como hombre hay que respetarme”, “Tú andas buscando ser una cifra más”, “Por eso matan a las mujeres”.
Otras comunes y más humillantes son: cuernera, estúpida, bruta, maldita mujer, mujer del diablo, azarosa, entre otras impublicables.
