El grupo que encabezaba Alejandro de los Santos, encargado de Edificaciones Escolares de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), se trasladaba en helicóptero para presionar y extorsionar a los ingenieros contratistas en diferentes pueblos. La revelación fue hecha ayer ante el juez José Alejandro Vargas por los fiscales que sustentaron la medida de coerción contra Yoel Soriano Fabián, Juan Julio Pérez Alejo y De los Santos.
Los fiscales Bertha Cabrera, Milciades Guzmán, Wagner Cubilete y Narciso Escaño sostuvieron ante el tribunal que en el helicóptero se transportaba dinero en efectivo para extorsionar a los contratistas. Las construcciones de escuelas y centros de atención primaria eran las obras preferidas por el grupo que tenía como meta apropiarse de las obras ganadas en sorteos por los ingenieros.
El despojo de las obras se producía bajo el argumento de que estaba atrasada y que se encontraba en la lista de inauguraciones del Presidente.
Previo al despojo de la obra, en el proyecto había que incluir personas recomendadas por De los Santos, en los trabajos de electricidad, plomería, pisos y paisajismo en los diferentes proyectos.
El ingeniero civil Darío Alfredo George Sarita, contratista de la escuela Doctor José Francisco Peña Gómez, en Pueblo Nuevo, Nagua, María Trinidad Sánchez, dijo que en agosto del año pasado llegó a la construcción Juan Reyes, haciéndole la propuesta de ofertarle todos los materiales que le faltaban para terminar la obra.
Un mes después llegó una comisión en helicóptero encabezada por Alejandro de los Santos, Juan Reyes, Bienvenido Languasco, un ingeniero de apellido Amparo, y otros que no logró identificar, observaron el proyecto “y cada uno de ellos me expresaron que me ayudarían a terminar la escuela porque ya estaba en el programa de inauguraciones correspondiente a ese mes”.
Ante las presiones y el chantaje cedió a su propuesta por lo que procedió a realizar una lista de todos los materiales que necesitaba para terminar la escuela, quedando consigo el ingeniero Juan Reyes para supervisar los trabajos.
Dijo que 15 días después llegó el ingeniero Zapata, para acelerar los trabajos, tomando el control total de la obra, “realizando un trabajo mediocre, una chapucería”.
Esa situación motivó que llamara en el Ministerio de Educación al ingeniero Pineda quien le dijo que le enviara su explicación por correo electrónico. Pineda le contestó que estaba en su derecho de sacarlo de la obra, por lo que optó por paralizarla colocando dos camiones en la entrada, para que no penetraran “los comisionados” de la OISOE. Posteriormente, el ingeniero Pineda le dijo que “le buscara la vuelta” con Alejandro de los Santos.
