Si ha notado que a su hijo le cuesta mantener la atención en una actividad, tiene poca conciencia del peligro y maneja altos niveles de ansiedad, debe informarse sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, conocido por sus siglas TDA/TDAH.

Este trastorno neurobiológico se origina en la infancia y se traduce en un patrón de hiperactividad e impulsividad en la conducta del niño.

“EL TDAH es un problema de disregulación por lo que no hay una enfermedad en sí que curar, lo que se aplica en estos casos es la búsqueda de que el cerebro funcione mejor para lograr cambios positivos”, explicó el neurólogo Álvaro Villegas.

Los principales métodos para tratarlo en la actualidad son el uso de fármacos, las terapias conductuales y el Neurofeedback que es un tratamiento distinto que no implica medicina ni intervención invasiva. Es un entrenamiento cerebral que busca regular su funcionamiento, permitiéndole hacer uso de su plasticidad.