Opinión

Hipolito y Luis

Hipolito  y Luis

Ese binomio fue exitoso en el 2010 al obtener en las elecciones un 47 %, a pesar de los 50 o 60 mil millones de pesos que gastó Leonel Fernández para imponer, a regañadientes, al candidato de su partido, pues de lo contrario terminaría en la cárcel.

Ese 47 % se logró a pesar de esa inversión millonaria, la participación activa de ministros, vice ministros, embajadores, cónsules, Fuerzas Armadas, Policía, jueces y fiscales, Junta Central Electoral, etc., en favor del partido oficial y su candidato, Danilo Medina. Además de todos esos factores, ese 47 % se alcanzó no obstante la traición, burda y descarada, del sector que encabezó en el PRD Miguel Vargas. Significa que ese 47 % de Hipólito Mejía y Luís Abinader, fue una verdadera epopeya.

Algunos dicen que ese es el pasado, que el candidato presidencial ahora debe ser Luis, no Hipólito. Cuando pregunto por qué las respuestas no me resultan satisfactorias. Alegan que Hipólito ya ha perdido en otras ocasiones, que comete errores al hablar, que ya fue presidente, que está viejo, que debe darle paso a las nuevas generaciones. Afirman, lo cual me parece un caramelo envenenado, que Hipólito es el líder y Luís el candidato.

El mejor aliado de Luis es el tiempo, pues apenas tiene 47 años de edad. El tiempo para Hipólito no es un aliado, es su principal enemigo. Aunque tiene una salud de hierro, pronto cumplirá 74 años. Este sería, como diría la gente del pueblo, “su último cartuchazo”, pues para el 2020 tendría 79 años. Luís puede esperar, Hipólito no.

¿Por qué descartar a un hombre que ha sido ministro y presidente de la República, con una experiencia política de 50 años, dueño de un liderazgo único en el país actualmente? ¿Quién dice que ese hombre, que pasó por la presidencia de la República sin “robar ni matar”, no puede volver al cargo?

¿Cuál es la experiencia política y de Estado de Luis? Hasta donde sé, muy poca. No ha sido ni regidor. Aunque debe decir a su favor, que es un joven emprendedor, empresario exitoso con un excelente currículo académico, sin vínculos con la corrupción, por lo cual le auguro muchos éxitos en su vida.

Pero Luís parece apresurado, cuando no tiene razones. Quiere correr más que la bola, lo cual es imposible. La propuesta de escoger el candidato mediante encuestas, fue una torpeza. Aceptar la proclamación a la presidencia por un partido que no es el suyo, parece un acto de desesperación para causar un golpe de efecto que no logró. Al contrario sus consecuenciasfueron negativas.

Enfrentar virulentamente a Hipólito ya su equipo como está ocurriendo, tampoco es sano. Luis no tiene por qué desafiar a un líder como Hipólito que por demás ha sido su protector y promotor en la política y con quién mantiene unas excelentes relaciones personales.

El Nacional

La Voz de Todos