Las deplorables condiciones de las aceras de la avenida expreso Quinto Centenario, en la Capital, sirven de escenario para el ejercicio de bordeo de obstáculos para ciegos, impartido por un instructor de la Fundación Dominicana de Ciegos.

Erasmo Mañón dice que las más de 28 alcantarillas sin sus tapas, la basura acumulada, los animales muertos, troncos de árboles y el estacionamiento de vehículos sobres las aceras, constituyen el mejor ambiente natural para que los ciegos reciban el entrenamiento que les ayudará a caminar por las descuidadas vías de la ciudad.

Señala que más de 300 personas no videntes y con otros impedimentos físicos adscritos a la Fundación Dominicana de Ciegos reciben de él, el mismo entrenamiento, para de esa manera hacerle frente a lo que consideró el gran reto de caminar por las aceras de Santo Domingo.

Dice que se le ocurrió la idea al ver las personas al hacer una especie de actos de malabarismo cuando trataban de evadir los desperdicios y hoyos en las aceras de allí.

Señala que no se descuida en ningún momento de los pasos que dan los no videntes al recibir la instrucción por el peligro a que puedan caer en uno de esos hoyos.

Dijo que en su clase pone énfasis en el bordeo de hoyos, pues el robo de las tapas metálicas de alcantarillas se ha convertido en un problema generalizado en toda la ciudad.

Mañón ofrece el entrenamiento a cuatro o cinco ciegos a la vez, que ayudado de sus bastones especiales aprenden a caminar por las accidentadas aceras de la Capital.

Mira, caminar por el Quinto Centenario es difícil hasta para los videntes. Brincar hoyos, evadir vertederos, bajar a la avenida cuando estacionan carros en las aceras, es complicado hasta para el que ve imagínate para un ciego, enfatizó.

Agradeció a las autoridades edilicias, sarcásticamente, lo que calificó como maravillosas pistas de entrenamientos para sus alumnos ciegos: las aceras de la avenida expreso Quinto Centenario.