Opinión

Huevos y canastas

Huevos y canastas

Hay un dicho popular que dice: “no pongas todos los huevos en una misma canasta”, yo le haría la aclaración adicional de que “no importa si la canasta es pública o privada”. Los ayuntamientos del Gran Santo Domingo deberían escuchar ese dicho, y comprender que la disposición de la basura de la zona más densamente poblada del país no puede depender únicamente del vertedero de Duquesa, esté en manos públicas, privadas, en un patronato o bajo un fideicomiso.

El reciente conflicto entre los ayuntamientos que componen la Provincia de Santo Domingo y el Distrito Nacional con la empresa Lajún Corporation por la administración del vertedero de Duquesa debe recordarnos el problema inherente a los monopolios, sean estos de alcance nacional o de alcance regional. Estos van a imponer sus condiciones de precio, no van a tener incentivos de mercado para mejorar la calidad de sus servicios y son difíciles de eliminar.

Lo anterior ocurre indistintamente de si el monopolio es público o privado, como el desastroso pasado del vertedero de Duquesa bajo la administración de los ayuntamientos nos hace recordar. Esto ni siquiera es exclusivo a un sector, como ocurrió en la distribución de energía bajo el monopolio de la antigua CDE, luego los monopolios regionales privados de EDENorte, EDESur y EDEEste, y el monopolio actual del Holding que mantiene la CDEEE.

Necesitamos más alternativas, más competencia, no solo en la mayoría de los servicios y ofertas de bienes que normalmente asociamos a actividades del sector privado, sino a servicios que a primera vista luzcan de naturaleza pública como la recogida de la basura y su posterior uso.

Los potenciales beneficios en la recogida de la basura son lo suficientemente considerables como para plantearnos la diversificación de las ofertas en este servicio en serio. La reducción de precios, el uso más eficiente de los desperdicios generados en el Gran Santo Domingo, la reducción del impacto medio ambiental, entre otros pudieran no sólo significar ahorros para los ayuntamientos sino ingresos adicionales tan necesarios para estos.

El ejercicio de la administración de la cosa pública debe ir más allá de pensar si nacionalizar o privatizar. Toda necesidad de la comunidad representa una oportunidad, y es una necesidad que inevitablemente múltiples personas buscarán satisfacer por un precio adecuado. Es ese tipo de soluciones las que debemos estimular si queremos tener más canastas, y que cosas como la estabilidad del servicio de recogida de la basura en un área donde viven tres millones de personas no dependan del estado de ánimo entre un único proveedor y sus contados clientes.

El Nacional

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