Luego de 53 años ininterrumpidos de trabajo, me llegó la hora del retiro La decisión ha sido tomada con el auxilio de mi familia. Soy un hombre que, gracias a Dios, no tengo nada de qué arrepentirme.
El periodismo, para mí, ha sido una excelente válvula de escape.
He escrito de casi todos los temas, desde el político hasta el farandulero, pasando por el deportivo.
He estudiado en distintas universidades, desde la Universidad de Santo Domingo (todavía no era autónoma), hasta en el Centro Internacional de Estudios de Periodismo para América Latina (CIESPAL), de Quito, Ecuador.
En fin, el periodismo ha sido parte de mi vida profesional.
Y el mismo me ha deparado grandes satisfacciones.
La sala de mi hogar está (por decirlo así) decorada con títulos y condecoraciones que he recibido durante esos 53 años.
Pero no se preocupen, que no voy a hacer de este artículo algo que los haga llorar.
EI que va a llorar (y ya comencé a hacerlo en las oficinas de mi hijo Pancho Pepe) soy yo.
Espero haber realizado una labor que enorgullezca a mi familia, a mis amigos Intimos, a mis compañeros de trabajo y a todos mis lectores. Y a mi ciudad natal La Vega Real.
Entonces, hasta siempre mis amigos. Ah, y no me olviden.
