Opinión

Ilegales y refugiados

Ilegales y refugiados

La propuesta del candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano, Donald Trump de construir un muro en toda la frontera entre México y Estados Unidos ha provocado no solo las críticas a nivel global sino la indignación.

Para Trump el plan de reforma migratoria dormido en el Congreso de Estados Unidos por años, no es más que la amnistía para los 12 millones de ilegales que se supone viven en el país y que estimula la mano de obra barata.

Agrega en su propuesta establecer multas y penas para aquellos que ingresaron con visas y se quedaron luego de vencidas.
ice que México debe pagar la construcción y tiene la formula de generar los ingresos si México no la paga. Bloquear las remesas cuando provienen de sueldos ilegales, aumento de los costos de visas, aumento del precio de las tarjetas para el cruce de la frontera y por supuesto recortando la ayuda en seguridad.

Resulta que Trump tiene aliados que no suponía: los europeos.
De acuerdo a informaciones de la Agencia Reuters se han construido alrededor de 1,200 kilómetros de muros, en Hungría, Croacia, Turquia, Eslovenia, Francia (el acceso al ferrocarril al Reino Unido) lo que representa el 40% de la frontera México – Estados Unidos. Agrega la información que hasta ahora los europeos han invertido 500 millones de euros en su construcción.
Son los muros para los refugiados.

La Unión Europea ha llegado a un acuerdo con Turquía en el cual Turquía se compromete a aceptar la devolución de los “migrantes irregulares” que lleguen a Grecia desde su costa, incluyendo a los refugiados a cambio de la aceleración de las negociaciones para la supresión de los visados para los turcos y la apertura del capítulo de las negociaciones para su futura adhesión a la Unión Europea. El costo del acuerdo implica para la UE el desembolso de 6,000 millones de euros para Turquía.

Sin críticas y sin indignación. ¿Cuál es la diferencia entre la propuesta de Trump y el acuerdo con Turquía de la Unión Europea?
En ambos casos la construcción de “puentes y no de muros” que quiere el Papa Francisco no existen.
Parecería ser que es asunto de método, no de sustancia.

El Nacional

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