Opinión

Incidentes del orden

Incidentes del orden

LOMAS LINDAS, Pedro Brand.- La temperatura en este paraíso cercano es como en todos los atardeceres, portadora de aires renovadores. ¡Que lástima que la delincuencia no respete santuario y  haya aserrado impunemente nueve matas de un caobal joven! Hasta los árboles los están asaltando y asesinando ¿Quién lo iba a pensar?

Con llorar o irritarse poco se resuelve, el asunto es amurallarse cada vez más, y aún entre las murallas, permanecer alerta.

Unos chistes para espantar el mal humor, unos cuentos buscando rilax para poner a los sentidos en condiciones  de recibir una compensación que no reestablece los daños sufridos, pero que ayuda a que se les asimile bajo el criterio de que la única pérdida no compensable es la vida.

Desde hace un momento que la primera botella ha sido vertida en el decantador y con un poco más de oxigenación, está listo para el deleite. Lo estaba procurando desde antes que llegara al país, por lo que me telefonearon para reportarme su arribo a la casa distribuidora, y desde que pude fui por varios ejemplares. Se trata del gran reserva de la bodega  Herederos del Marqués de Riscal, 150 Aniversario, 2001.

Pese a que se ha estado pronosticando el colapso de los gran reserva, que se les tiene como un capricho de consumidores muy clásicos, pero que en muchas catas ciegas han quedado superado por los reservas, este ha sido una agradable y sorprendente excepción.

En Rioja V, la última cata dedicada a los grandes reservas, en la que compitió con los mejores gran reserva de esa región, no alcanzó los 19 a 20 puntos, que le hubiesen dado la clasificación de un  vino extraordinario de gran clase mundial, designación para la que los especialistas ponen énfasis en la hondura, complejidad y potencial longevidad del vino; pero fue el único que recibió la puntuación de 17, que lo define como un gran vino en todos los sentidos, un auténtico clásico, aunque, paradójicamente, empuja más a  lo juvenil y a la modernidad.

Su expresión frutal y su finura se funden con los aromas de este campito del que nos hemos apasionado…

No creo que el diputado Ulises Rodríguez, presidente del Partido Revolucionario Dominicano en Santiago, tuviese la intención de incidental el discurso del presidente Leonel Fernández en la sesión conjunta del Senado y de la Cámara de Diputados.

Aunque la circulación de un legislador no puede ser limitada por ninguna razón, se entiende que una vez iniciada la sesión, se le sugiriera, por previsiones de seguridad, que penetrara al salón de la Asamblea Nacional por otra puerta. Ahí no hay vulneración de derechos.

El asunto es que el diputado experimenta una sensación de discriminación, cuando observa que a otras personas (entre las que no podía estar el secretario de Obras Públicas,  Víctor Díaz Rúa, porque fue de los primeros funcionarios que penetró al salón), les permitieron entrar por la puerta a la que  a él le habían negado el acceso.

El que diga que esa situación no enfogona y provoca que usted se pare a reclamar, que espere a verse ante una situación parecida.

El militar que tomó por el brazo al diputado, cuando sencillamente quiso formular un reclamo, debería ser objeto de una amonestación, pero además soy testigo de que con el tema de la seguridad del mandatario, se han estado cometiendo excesos.

Conté en la radio lo padecido en un acto del Centro Cuesta Nacional, donde al llegar  invitado, se me participó, como a  otros, que para penetrar a la actividad teníamos que esperar que el acto concluyera (¡Qué burla!), porque ya había penetrado el mandatario, y al general que comandaba la escolta, que no me refiero al jefe del Cuerpo de Ayudantes, que al enterarse del incidente lo lamentó y nos pidió excusas, se le ocurrió no permitir la entrada de nadie más después que hubo de penetrar el mandatario.

¡Que mire que ese caballero es el realizador del vídeo que se va a proyectar esta noche; que este otro caballero es Martínez Pozo, que ese señor es José Alfredo Corripio, que este es fulano, y todos estamos  invitados por los dueños de esta actividad!

Por poco y se desluce el acto y se arma  un rebú, hasta que apareció un perdona vidas y nos mandó a dar un chance, que  es una ligereza, porque no fuimos allí a procurar la benevolencia de nadie para entrar sino a corresponder una invitación formal.

 Tiene que haber coordinación entre el protocolo de una actividad y los responsables de la seguridad del Presidente, para evitar incidentes que pudieran desembocar hasta en fatalidad.

Por las informaciones de catas que he  recibido,  hay que poner particular atención en la añada 2006, después de la irregular 2003 y la 2004, es la que más cosas interesantes ha estado reflejando. Es una añada de  vinos excelentes, de precios asequibles. Aguardo por el Roda I, 2006, que aunque falto aún de botella, dicen los catadores que llegados todos los atributos de su tiempo, es una promesa gloriosa…

El Nacional

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