Soy “mezquino, mediocre y miope”
El secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, al parecer vitalicio en ambos cargos, dijo: “Solo la mezquindad, la mediocridad y la miopía de algunos dominicanos, no pueden ver lo exitoso que ha sido el presidente Danilo Medina como gobernante”. ¿Quienes no reconocen ese supuesto éxito del gobernante, entonces, son “mezquinos, mediocres y miopes”?
Yo me sumo a los que no vemos éxito en la gestión presidencial de Danilo Medina y voy más lejos, ni en el período de los cuatro años anteriores ni en el primer año de su segundo mandato, cumplido este 16 de agosto. Razones por lo que me incluyo en su discriminación, de las tres M, como dice mi amigo Chowan, siendo “mezquino, mediocre y miope”, con el aclarado de que no somos algunos, sino la gran mayoría de dominicanos y extranjeros que habitamos la República Dominicana, a pesar de las decenas de miles de millones despilfarrados en malversación en manipulación mediática, que vemos tan insignificantes los logros o éxitos, en sus cinco años de gestión gubernamental, que se pierden en los tantos escándalos negativos, en los cuales se involucra a Danilo Medina como presidente del Gobierno y como miembro del Comité Político de su partido y quién sabe cuántas cosas más a través de sus testaferros y asociados del sector privado.
Tal son los casos de irregularidades electorales desde antes de ser presidente electo, luego con los escándalos de corrupción, contratos leoninos, carnaval de empleos infuncionales o botellas, sobrevaluaciones, sobornos, violaciones a la Constitución y múltiples leyes importantes para el orden social y la administración ética, moral y transparente de la cosa pública, especialmente los dineros, recursos naturales y el medioambiente.
He llegado a la conclusión de que el incremento de la criminalidad y la violencia es un plan para mantener la población en vilo acosada por el miedo o terror generalizado que dicha inseguridad y violencia provocan, robando la paz y la tranquilidad de los habitantes.
Vivir en tranquilidad y en paz es un derecho del cual los dominicanos hace muchos años no disfrutan, debido a que quienes gobiernan la ha usurpado, con el objetivo de distraer y cubrirse ante males citados. De no ser así, cómo explicar entonces el desorden institucional que destruye cada vez más las instituciones e independencia de los poderes públicos.
Hoy día la justicia dominicana no funciona y los funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes (jueces, fiscales y policías) no tienen credibilidad y mucho menos confianza de parte de la población. Lo mismo pasa con los demás organismos de seguridad que pertenecen a las Fuerzas Armadas.
El fenómeno del poder político y el simbólico liderazgo en República Dominicana, lo definen quienes nombran en los cargos, quienes garantizan impunidad, quienes aprueban y firman contratos leoninos, quienes pagan sobornos y sobrevaluaciones.
Todo ello, se desprende del Gobierno central con el mal manejo de los cuartos y los bienes públicos, así como los recursos naturales, y solo es posible por el reinado de corrupción con impunidad.
Dios les bendiga siempre, pueblo dominicano.
