Opinión

Inoemia Villar

<P>Inoemia Villar</P>

En la página 61 la abuela de María narra con tristeza que “sus tres hijos, Alberto, Nicanor y Aníbal estaban peleando o acuartelados.  Aníbal y Nicanor eran de la guardia, mientras que Alberto era de la policía”.  En la página 63 dice, “Dios mío, quizás sus hijos estaban matándose unos a otros sin darse cuenta”, y nos cuenta la historia como alguien del Sur:  “Fue así como la Radio de San Crsitobal fue destruida por bombas extranjeras”y describe el atraso ideológico del campesino:

“No querían el comunismo en su país por muy pobres que fueran.  ¿Quién iba a arriesgar su pellejo por una gente que no creía en el Todopoderoso?”, aunque en el listado que los norteamericanos tiraron desde los aviones había solo 52 supuestos comunistas, en una guerra civil que involucro a millares y que se hizo para restituir la Constitucion del 63.

Inoemia, en esta novela, hace una critica femenina a la guerra “pues eso quería decir que sus hijos, a pesar de todo el cariño que ella intento inculcarles, habían obviado sus ensenanzas y participado en la masacre en contra de los suyos”, la misma critica que hace Salome Urena, victima de las 31 revoluciones y escaramuzas que tuvo que sufrir en sus 49 anos de vida, a la Patria como su rival.

¿Qué pasa con Maria en este periodo convulso en que le toca vivir?  Ahí radica la esencia de la novela moderna, no centrada en lo que pasa a su alrededor sino en ella, en  los protagonistas, atrapando o no atrapando al lector, su objetivo fundamental. Debo decir que a mi esta novela me atrapo  no solo por lo que Inoemia va narrando sino por lo que intuimos va a sucederle a Maria, haciéndonos olvidar, objetivo de todo novelista, la realidad allende nuestros bordes.

Y no creo que sea olvidar la realidad lo que pretende esta novelista, sino conmovernos sobre la realidad de las muchachas campesinas, las Maria de Nadie de hoy y de siempre.  Y nos conmueve porque conoce su tema, otra regla del novelar, conoce la cultura rural, entiende su psicología y trasciende porque no se inventa una trama, sino porque a traves de su narración logra convencernos y sacudirnos.  

Y una obra de arte que no nos conmueva no logra su objetivo ni estética ni formalmente, algo que logra Inoemia con esta novela que espero llegue a todas las bibliotecas escolares como advertencia a las millares de Marias que cada dia son victimas de proxenetas, traficantes de personas, curas, pederastas, padres hermanos, tios, padrastros, viejos verdes, amantes inexpertos y carentes de toda sensibilidad, victimas de  un sistema político donde el campo esta destinado a desaparecer y el campesinado es una especie en extinción.

El Nacional

La Voz de Todos