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Insisten RD ignora qué hacer en temblor

Insisten RD ignora qué hacer en temblor

SANTIAGO. Esta ciudad y poblaciones de la región Norte no están preparadas aún ante la eventualidad de un terremoto, por  lo que los investigadores de estos fenómenos estiman que la tierra está hablando y no debe seguirse sordo ante lo que ella dice.

Han  advertido reiteradamente  que aunque no pueden interpretar lo que pasa en el interior de la tierra, tienen claro de que ella da signos que deben servir para estar prevenidos.

Luego de una ausencia total de sismos en La Española, Puerto Rico y Cuba se nota un resurgimiento de los movimientos telúricos  en los últimos siete días, cuando se han producido casi setenta sismos de magnitudes menores de cinco grados.

Todo esto,  de acuerdo a los profesionales de la ingeniería que han dado seguimiento  a los temblores de tierra en la zona, son señales de que se están cumpliendo sus predicciones de que podría ocurrir un sismo de gran magnitud.

Los ingenieros Rafael Corominas Pepín,  Orlando Franco e Irving Vargas reiteraron que es necesario reforzar las edificaciones, iniciar campañas educativas de qué hacer antes de la ocurrencia de un terremoto, durante el sismo y posteriormente.

Están claros en que no hay que asustar, ni asustarse, muy por el contrario, sus estudios los basan en la necesidad de que los ciudadanos aprendan a defenderse ante cualquier eventualidad.

El ex presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología (SODOSISMICA), ingeniero  Corominas Pepín, afirmó que por los terremotos ocurridos en Haití y Chile la gente ahora ve que lo que había escrito hace más de 40 años era verdad, “y ahora se están asustando de verdad, pero realmente debimos prepararnos desde hace mucho, para  no tener temores”.

Considera el experto que hay una necesidad de hacer planes muy concretos ante los sismos como el reforzamiento de las edificaciones viejas, aquellas que estaban hechas antes de 1979 cuando habían pocos reglamentos sísmicos.

“Esos edificios como hospitales y escuelas hay que ponerles las manos, hay que reforzarlos, pero como eso no se inaugura ni da votos los gobiernos no le hacen caso a eso”, dijo.

Al insistírsele en que aparentemente aquí se ha hecho muy poco o casi nada para prevenir tragedia si ocurriese el sismo que ellos prevén, coincidieron en que lo más importante es que el tiempo les ha ido dando la razón.

Aunque han reiterado la necesidad de que se introduzcan  cambios drásticos en la forma de construcciones, para evitar grandes tragedias humanas ante la posibilidad de la ocurrencia de terremotos o ciclones, estos profesionales insisten en que todavía hay tiempo para que se tomen medidas.

Creen que aunque  en el país se sigue construyendo sin observar las normas elementales sobre los riesgos tanto en edificaciones públicas como privadas, es bueno ver lo que está sucediendo con estos fenómenos.

“Santiago y las demás poblaciones del Cibao no son ciudades seguras”, planteó el ingeniero y catedrático  Franco, quien considera que no hay una línea de acción, porque hace falta  modificar las estructuras vitales y hacer evaluaciones de la vulnerabilidad de las infraestructuras esenciales.

Franco ve que Santiago en especial, como segunda ciudad en importancia del país, requiere detectar la vulnerabilidad que tiene en sus hospitales y escuelas.

“No podemos postergar eso; hay que hacer ahora las obras de mitigación como reforzamiento  estructural”, dijo el ingeniero Franco, por lo que propuso la creación del aula sísmica, que tenga seguridad.

Es, de acuerdo al planteamiento, un  aula donde los estudiantes puedan soportar un sismo dentro de ella, sin salir corriendo, porque  durante un terremoto no se debe huir.

A su juicio hay que elaborar mapas y corredores seguros de cómo llegar a los lugares que resistan y tener una zonificación para que si ocurriese el anunciado terremoto se sepa cómo llegaría la ayuda humanitaria y dónde está los albergue temporales, “o sea que no nos sorprenda el sismo”

El plan de emergencia municipal no está elaborado y por eso piensan los ingenieros  que es necesario tenerlo y el auxilio del Ministerio  de Educación para divulgar el libro sísmico.

En la actualidad en Santiago la Corporación Santiago Solidaria trabaja con expertos del tema preventivo ante la eventualidad de un sismo que prevén, pero hasta ahora sólo manejan teorías.

En cambio, la Agencia de  Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)   y el Plan Estratégico de aquí hacen un levantamiento de las 125 edificaciones emblemáticas para determinar cuál es su vulnerabilidad.

El ingeniero  Vargas, ex presidente del Colegio de Ingenieros Arquitectos y Agrimensores (CODIA) en la zona Norte estimó al visualizar lo que ocurre en la actualidad  que las instituciones deben  aplicar los lineamientos de un plan de gestión de riesgo, y no lo están haciendo.

Ve que la comunidad científica ha aportado los datos de lo que podría pasar y recordó que en el 2003 el CODIA antes de ocho horas pudo decir lo que había ocurrido cuando se produjo un sismo

Vargas dijo que el gobierno local (Ayuntamiento) la Defensa Civil, Obras Públicas y otras instituciones nada han implementado ningún plan de gestión.

No hay campaña publicitaria, ni campaña educativa para mitigar los efectos de la magnitud de un terremoto esperado que todo hace indicar que podría superar los 7.8 grados por la falla de la cordillera Septentrional.

En la línea

El país está sobre una de las fallas que amenazan con producir un gran sismo. En 1942 se produjo un terremoto que generó un  maremoto que prácticamente hizo desaparecer el poblado de Matanzas, en Nagua. Dejando un saldo de miles de muertos y heridos.

El Nacional

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