Opinión

La biografía difusa

La biografía difusa

La biografía difusa (2)
En La biografía difusa de Sombra Castañeda, el mito es presentado por Veloz Maggiolo como el gran sintetizador de la supervivencia y, desde luego, como el embrión de todo lo bueno y lo malo de la región.

El antepasado de este domeñamiento del tiempo y su manipulación plural no es preciso buscarlo demasiado lejos: Veloz Maggiolo es antropólogo; es decir, es un investigador en constante contacto con el pasado, con ese pasado que se estudia mediante la investigación científica, lo que determina un estado de permanencia, de inseparabilidad entre el ayer-hoy, y que da como resultado el rejuego del multitiempo.

¿Acaso no somos hoy el producto del ayer? El rejuego sustitutivo-conjuntivo del que se vale Veloz Maggiolo —tanto para sus disyunciones como para las imbricaciones de las mutaciones—, adquieren su representamem en la relación signo-objeto de las torceduras de una historia de despojos y abandonos, cuya interpretación recae, como abyección, en la conformación paradigmática de la superestructura mágica. Así, la magia y todo su espectro vienen a sustituir, en La biografía Difusa de Sombra Castañeda, una realidad cuyo discurso —de por sí— ha sido demasiado adulterado por historiadores y fabulistas.

Tratando de adentrarse en sus significantes-significados, tanto especulativos como narrativos, es que el investigador y el escritor pueden llegar a la sustancia misma del discurso total y leer la vasta imagen, no sólo nacional, sino insular, proyectada en este monumental objeto literario, sin lugar a dudas una de las más logradas novelas que se han publicado en el país.
La alquimia de una narrativa de excelencia.

Veloz Maggiolo, como en Los Ángeles de Hueso, torna ilógica la realidad mediante el expediente de la función poética —en tanto que utilización comunicante— apoyándose magistralmente en este recurso metalingüístico para multiplicar las relaciones entre las yunciones y disyunciones provocadas por la utilización del multitiempo y de la configuración conceptual.

El personaje principal de la novela y que da nombre a la misma, Sombra Castañeda, símbolo-signo y conductor del ritmo, representa la azarocidad de una historia de abandonos y divisiones, siendo al mismo tiempo emisor, receptor, actor, héroe y villano, todo desde un plano en que se superpone una relación dialéctica entre el propio emisor (Sombra Castañeda) y el complejo narrativo.

Aunque en el texto no está explicada la fecha del nacimiento de Castañeda, Veloz Maggiolo la señaliza cuando el emisor-personaje memoriza: “Recuerdo que cuando la voz padre habló de mi nacimiento, dijo: ‘él es familia de los conquistadores’; sus abuelos, es decir, mis abuelos, eran conquistadores, y mencionó apellidos ilustres, como Ovando…”

Como Ovando murió a los 60 años, en 1511, y “la voz padre”, al hablar del nacimiento de Castañeda señala que el emisor-personaje era nieto de esos conquistadores, lo más probable sería calcular el nacimiento de Sombra Castañeda entre el 1535 y 1565, presunción que se vuelve válida cuando el propio emisor-personaje se refiriere a su primer acto de amor.

El Nacional

La Voz de Todos