Opinión

La Constitución violada

La Constitución violada

SANTIAGO.- El presente proceso de constitucionalización no tiene muchas diferencias con los que se han dado en el país después de la Constitución del 63 y al igual que esas reformas, se le aplica el cliché de “traje a la medida”, solo que esta vez las cosas se hacen mangoneando con estilo al pueblo minusvalorado, pero siempre en marcha.

Para la salud emocional del pueblo raso, llano y sencillo, compartimos un análisis de lo acontecido en estos días que corren con un Congreso convertido en Asamblea Revisora que, una vez más, ha mostrado descarnadamente la poca competencia de la clase política dominicana, revelando que las cosas que pasan, además de estar sujetas a la planificación interesada, lo están también a los acontecimientos imprevistos que se presentan. Y lo que ha sucedido no ha impactado como el poder formal y el fático hubieran deseado, si de medir consecuencias se trata, solo con el artículo 30, hemos caído en la cuenta:

– Que del total de 199 congresistas, 32 demostraron independencia de criterio, autodeterminación y reconocimiento de su perfil de puesto, fueron: Agnes Berenice Contreras, PRSC; Alejandro Aguirre Hernández; Rafael Librado Castillo, Josefa Castillo, Salomón García y Noé Marmolejos, por el PRD; y 26 del Partido de la Liberación Dominicana (PLD): Juana Vicente, Miguel Bejarán Domingo Colón, Juan Comprés, Yuderka de la Rosa, José Ramón de la Rosa, Juan Bautista Encarnación, Manuel Jiménez, Rubén Maldonado, Alfredo Martínez, Demóstenes Martínez, Abraham Martínez, Alfonso Gamalier Montás, Gilda Moronta, Francisco Peña, Mirtha Pérez, Karen Ricardo, Afif Rizek Camilo, Magda Rodríguez Azcona, Gustavo Sánchez, Elso Segura Martínez, Juan Gilberto Serulle, Minerva Tavarez Mirabal, Víctor Terrero, Lethi Vásquez y Santiago Vilorio, minoría que hay que tener presente en las próximas elecciones.

– Que de 167 “representantes del pueblo”, una mayoría son mediocres adocenados/as, ubicados en el Congreso para llevar a cabo su propio proyecto de vida, sin que el pueblo les interese más allá de las campañas politiqueras. El resto, puede que tengan convicciones religiosas, sin enterarse que preservarlas es personal y no deben “legislarse”. (Caramba! Resulta que los 167 son incompetentes!).

– Que el pueblo sabio tenía razón cuando pedía legisladores/as constituyentes, con nombramiento sólo para esos fines, así no hubieran priorizado intereses electoreros ni contaminado de manera tan obvia, el proceso constitucional.

– Que fue un montaje el que antecedió a la Asamblea Revisora, en el que el pueblo participó de buena fe, creyendo que tenía voz y voto.

– Que para el Poder Ejecutivo nacional, la mayoría del Congreso, la jerarquía católica y la cúpula de los partidos, las mujeres somos ciudadanas de quinta categoría, solo importantes al servicio de sus propios intereses, casi siempre inconfesables.

– Que las opiniones mas pesadas del país, incluyendo la del pueblo en mayoría, rechazan la constitucionalización de la penalización del aborto y en ese sentido, la falta de reconocimiento científico y social del continuo vida muerte, la minimización de las cifras de mortalidad materna, la ignorancia de los derechos de las mujeres y la rapidez de deliberación, sin siquiera enviar a comisión. 

– Que los/as 167 congresistas “cristianos/as” confesos y sus mandatarios, se olvidaron que somos uno de los pocos países donde la jerarquía de la iglesia católica conserva su hegemonía, precisamente por ser igual que ellos/as y por tapar entre si las propias maldades. 

– ¡Que es inconstitucional esta Constitución de Leonel!

Hoy me siento bien, porque hay un buen grupo de buenos/as legisladores/as que me representa y porque al resto, les queda poco tiempo!

El Nacional

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