La filosofía es la búsqueda de la verdad en sus últimas consecuencias y su actividad más fecunda de la historia duró casi un siglo en Grecia, con los tres grandes pilares, comenzando con Sócrates, Platón y terminando con la muerte de Aristóteles en el 322 antes de Cristo y que conservan aún su vigencia milenaria.
Para Sócrates la sabiduría como ética y la meditación sobre las cosas de la vida, fueron el eje de su obra. Para Platón, que significa espalda ancha ya que era corpulento, filosofar es querer aprender y definía a los filósofos como los amigos de mirar la verdad. Para Aristóteles, el origen de la filosofía era el asombro. Pero no se trata de vana curiosidad, sino curar la enfermedad del alma que era la ignorancia.
Estos grandes mortales, humanos como nosotros, nos llenan de fascinación al ver de lo grande que puede ser de la imaginación y el pensamiento humano, cuando tratan de buscar la verdad de la creación y la existencia. Para mí la filosofía siempre ha sido fascinante y motivo de muchas horas de estudio, ya que en ella coqueteábamos dicha la verdad y la profundidad de las ideas.
Tres recientes personajes de nuestro país en el orden social político, también han sido maestros para nosotros y paradigmas; Juan Bosch, Joaquín Balaguer y Jose Francisco Peña Gómez, en cierta forma han sido referentes, como esos grandes filósofos de la historia, ya que cultivaron sus propios ideales y proyectos, que hoy aun gravitan en nuestro país.
Puedo asegurar que los tres coincidían con darlo todo por un ideal y el bienestar de su pueblo, sin buscar prebendas personales. Para nosotros, en nuestra carrera pública y privada, siempre nos guiamos de los ideales, los principios, la verdad y la honradez con justicia igual para todos, como guía de cada acción y decisión que nos ha tocado realizar. Hoy con la satisfacción del deber cumplido, me siento en paz con Dios y conmigo mismo. Es una lástima en nuestro país el adagio que dice; “Al serio le dicen pendejo y hasta reconocen mas, a los que reparten, que no necesariamente son los más virtuosos”.
En otro orden, permítanme por favor en esta ocasión, unirme al dolor de la familia Díaz González, por la pérdida de nuestro entrañable amigo y reconocido Médico Pediatra, Frank Díaz, con quien compartimos horas antes de su inesperada muerte, junto a su distinguida esposa, en una recepción familiar repleto de calor humano, ya que él fue el pediatra que recibió a tantos de nuestra larga familia. Hasta pronto querido amigo, Dr. Frank Díaz y nuestro más sentido pésame a su prestante familia.
