Página Dos

La Gómez con Ovando

La Gómez con Ovando

El entorno de la Máximo Gómez con Nicolás de Ovando es tan concurrido y ruidoso como el de la Duarte con París. Al desarrabalizar el espacio, devolviéndole el ornato y la seguridad a los transeúntes, el Ayuntamiento del Distrito Nacional se anotó un tanto. Pero con el retorno de los venduteros está propenso a perderlo, a menos que actúe con la autoridad que mandan las circunstancias.

La indiferencia es notoria toda vez que los vendedores están a la vista de todos con sus canastas y mesas de frutas, vegetales y otras mercancías. Si las autoridades no intervienen lo más probable es que para las navidades el entorno de la concurrida zona vuelva a convertirse en el mismo pandemonio de otros tiempos.

Dado el grito de alerta cabe esperar que se tome carta en el asunto, al tiempo de que el caso debe servir de experiencia en cuanto a velar para garantizar el cumplimiento de las normas. La incipiente arrabalización de la Gómez con Ovando es responsabilidad de las autoridades.

El Nacional

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