Opinión

La hora de la unión

La hora de la unión

A los fines de incrementar la competitividad de los sectores productivos nacionales, mejorar sustancialmente los niveles de vida de la población y reducir el alto índice de desempleo, la República Dominicana en su conjunto, debe volcarse y enfocarse cuanto antes a fomentar una activa política de asociatividad empresarial, mediante la conformación, en todo el ámbito nacional, de clústeres, grupos de eficiencias colectivas, cooperativas y encadenamientos entre sectores y centros de manufactura y servicios de una misma actividad.

Los clústeres garantizan la internalización de las empresas, el acceso de los productos y servicios a nuevos mercados, la reducción de costos, la comercialización en general y el incremento sustancial de las exportaciones.

En efecto, ante el arduo proceso de apertura de mercado y la firma de varios acuerdos comerciales impulsados por la nación desde finales de la década de los noventa- el país debe abocarse ahora, sin ninguna dilación,  a replicar  exitosos modelos internacionales de Articulación y Encadenamientos Productivos, clústeres, Distritos y Parques Industriales, como los que existen, por ejemplo, en Italia, especialmente en los sectores muebles, calzado, vinícola, joyería, autos y metalmecánica.

En Tiruppur, la India, donde las Micro, pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) aglutinadas en clúster y en Distritos y Parques Industriales producen el 95% de las medias del país, el 85% de las maquinas de coser y el 60% de las bicicletas.

Así mismo, el Grupo de Agra, también en la India, que concentra en un Distrito Industrial 500 MIPYMES del sector calzado y pieles.

En Pakistán, donde las MIPYMES conglomeradas en Clústeres y Parques Industriales manufacturan el 50% de los artículos deportivos que exporta el país y una gran cantidad de maquinas agrícolas y productos de acero inoxidable.

En Guadalajara México, donde existe un clúster de PYME de calzado en capacidad de fabricar hasta dos tercios de la producción nacional de calzado.

En Ciudad Trujillo, Perú, donde opera un Parque Industrial del sector calzado con altísimos niveles de productividad y calidad.

En el Valle de Sinus, en Brasil, donde en un Distrito Industrial convergen  unas 398 MIPYMES del área del calzado que fabrican una impresionante cantidad de zapatos para el mercado local y de Estados Unidos.

Otro caso excelente o ejemplo a seguir en materia de clusterización lo tenemos en el país Vasco, en España, donde los sectores público y privado han fomentado una política de clúster que ha redundado en un evidente crecimiento y desarrollo económico, hasta el punto de que el mismo ha pasado en los últimos 6 años del puesto octavo al tercero en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en comparación con los 27 países de Europa.

Allí es famoso el proyecto Hiriko, el cual consiste en la innovadora producción y distribución para todo el mundo de un vehículo eléctrico desarrollado por un consorcio de empresas vascas que participan como co-fabricantes.

Manos a la obra.

El Nacional

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