El complejo habitacional La Nueva Barquita, que comenzará a albergar desde mañana a mil 637 familias que viven hacinadas en la ribera sur del río Isabela, constituye un gran referente del auténtico ideal de erigir una sociedad sustentada en equidad y justicia.
Esas gentes que pernoctan por decenas de años en la miseria más abyecta y bajo la constante amenaza de morir ahogadas en una de las frecuentes inundaciones en las que sus casuchas quedaban bajo las aguas del río, tendrán un techo decente en un entorno dotado de todos los servicios básicos.
Los 1,782 apartamentos distribuidos en 112 edificios cuentan con balcón, sala- comedor, cocina, tres habitaciones, instalación de gas y calentador solar, construidos sobre una extensión de 52 hectáreas. El complejo está dotado de escuelas, instalaciones deportivas, iglesias y plantas de tratamiento de aguas residuales.
La descripción más cercana a la realidad sobre lo que significa el cambio que experimentarán esas familias, la ofreció Dilcia Reyes, al proclamar: “Ustedes no saben lo que es esto. Nadie sabe. Uno dice, pero nunca podrá decir todo lo que ha sido vivir casi metido en ese río”.
La Nueva Barquita no solo constituye un gran acontecimiento de carácter social, sino que se erige como el mejor ejemplo para que Gobierno y sector productivo en santa alianza aunen esfuerzos en procura de irradiar por todas partes semilla de justicia y equidad.
Se conocen de buenos esfuerzos e iniciativas mediante alianza estratégica entre los sectores público y privado para impulsar proyectos de viviendas de bajo costo, mediante el sistema de fiducia, que ofrece incentivos a constructores y promotores para construir soluciones habitacionales asequibles a familias de menores ingresos.
El Gobierno ha tenido un gran acierto al disponer la construcción de ese complejo habitacional ubicado en Santo Domingo Norte, para asentar a más de mil 600 familias que antes vivían en la ignominia, pero es preciso que ese buen ejemplo, con el coauspicio del sector privado, se multiplique hasta el infinito.
Los votos son para que los beneficiarios de esos apartamentos cuiden los inmuebles y el entorno donde vivirán en lo delante de forma digna junto a sus familiares.
