El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, tendrá que explorar otra fórmula que no sean las sanciones al Gobierno del presidente Nicolás Maduro frente a la crisis de Venezuela.
En la asamblea que se acaba de celebrar en Cancún, México, los países del Caribe, entre los que figura República Dominicana, volvieron a evitar una condena contra Maduro. Los resultados de las votaciones tienen una lectura que trasciende al conflicto venezolano.
No ha de olvidarse que Estados Unidos es de los principales propulsores de las sanciones a Maduro por el problema de los presos políticos y la convocatoria de una Constituyente antes que la celebración del referendo revocatorio que aprobó el Parlamento.El fracaso de la asamblea de cancilleres de la OEA, en torno a la cual se había creado muchas expectativas, representa, sin duda, una victoria diplomática para las autoridades venezolanas y otra derrota para el secretario general de la organización. La realidad no es otra.
