Opinión

La Trinitaria

La Trinitaria

Pasé hoy a conversar con Virtudes Uribe sobre su decisión de vender la librería La Trinitaria, porque, entre otras razones, “nadie en la Zona compra libros”, y lo que mas le duele es que cuando los estudiantes del Instituto Salomé Ureña o de las escuelas aledañas a la librería pasan por el frente ni se dan cuenta de que cruzan por la única librería de textos dominicanos.

Además de librería, La Trinitaria es la única tertulia de la intelectualidad dominicana que se reúne cada sábado y entre cafecitos y cafecitos discute civilizadamente, y la única que han visitado todos los y las intelectuales de peso del extranjero, de cuya presencia dan fe las fotos en exhibición.

Lo que a mi me asombra es que esa misma intelectualidad que ha visitado la tertulia durante años no haya tomado una sola iniciativa para evitar esta crónica de una muerte anunciada. A ninguno se le ha ocurrido crear un comité de rescate de la librería y lograr el apoyo de un o una cantante importante para organizar un concierto en el Teatro Nacional cuyos fondos vayan a la librería.

Otra opción sería que el Ministerio de Cultura designe La Trinitaria como la Libreria de los Dominicanos Ausentes ya que son ellos y los especialistas extranjeros los que compran los libros, como resultado de una labor de difusion de años que ha hecho Virtudes con las universidades en Norteamerica y Europa, algo que la Editora Nacional del mismo MInisterio nunca ha realizado.

Si el Ministerio designa la librería para esos fines entonces tendría que asegurar su mantenimiento cubriendo los gastos de logística, que son los que la venta de los libros no cubren, y nombrando a Virtudes como asesora en difusión de los textos dominicanos.

Sea cual sea la opción salvadora (solo quedan ya cuatro librerías en la Zona Colonial), los y las escritores que han hecho de La Trinitaria su casa cada sábado, durante tanto tiempo, deben crear un comité que impida que la librería desaparezca y con ella uno de los pocos espacios de civilizado intercambio literario de la ciudad.

Se que en la tradición de los grupos intelectuales lo que propone alquien que no es del circulo de los allegados al Ministro no se toma en cuenta, aunque este se debe a todos los y las dominicanos, pero Pedro Vergés conoce muy bien la labor de Virtudes, ha participado en sus tertulias y no necesita mucho estimulo para intervenir en algo que la intelectualidad le agradeceria.

Como le agradecería también que dedique la Feria del Libro próxima al Centenario de la más importante escritora de esta media isla: Aida Cartagena Portalatin, quien mucho lucho para ser parte de los poetas soprendidos para que después de muerta tenga que seguir haciendolo. Don Lupo merece nuestro respeto, pero solo hay un Centenario en la vida de un poeta y el 2018 y es de Aida.

El Nacional

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