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Las líneas ocultas trazadas por Estados Unidos en el embargo a Cuba

<P>Las líneas ocultas trazadas por Estados Unidos en el embargo a Cuba </P>

SANTIAGO.-   La real politik que traza las líneas ocultas o no evidentes del gobierno estadounidense y de cualquier otro gobierno de la tierra es la que mantiene el embargo a Cuba, ratificado por el liberal Barack Obama.

Otra explicación no hay para el mantenimiento imperturbable de una medida que castiga a millones de seres humanos a la sórdida precariedad y al padecimiento.

Contrariar lo que quiere el todopoderoso corcel de la real politik puede resultar peligroso.

En ocasiones, como en el caso de Jhon Kennedy, puede costar la vida.

Este sentimiento de fuerza dominante, fáctico, es, por encima de la que pudiera ser la voluntad personal de quienes dirigen como presidentes o legisladores, el que dispone el mantenimiento de tropas en Afganistán, decide la intervención en Irak y las medidas destinadas a la humillación, no lograda, en Cuba.

Está atado a los grandes consorcios de las armas y de las estrategias desafiantes norteamericanas de corto y largo plazo.

Sus políticos entienden, que ascienden con el diseño previo en sus manos, de lo que deben hacer y decir, le deben servir sin contemplaciones.

Ningún político que carezca de la tendencia al suicidio se atreve a medir fuerzas contra el “stableisment” que es el formidable aparato, el engranaje especial que los genera.

Parece que esa misma fuerza gravitacional, que sólo la alta ciencia política puede descifrar es la que maniobra en el caso de Honduras para atenuar cualquier disposición de magnitud, decisiva, en el caso del golpe de Estado contra el gobierno legal.

Por más apertura que quiera dar a su estilo de gobierno, Obama no puede quebrar la línea política que la ha trazado el tinglado mayor que habla a través de gestos y actitudes, como los de una deidad enmudecida.

Esos “manes” no dan conferencias de prensa, no emiten declaraciones alegres, no opinan abiertamente.

Se limitan a la comunicación directa con los mandatarios, al trazado de coordenadas que no deben ser equivocadas ni mal interpretadas.

Parece que incluso tuvieron  que ver con el  9-11 puesto que nadie, ningún político, ni el más osado, se ha atrevido a responder el caudal de interrogantes que dejó esa experiencia traumática y que incluye, entre otros pormenores, nunca tratados en los medios internacionales, del derribo de una avión en el Irak posteriormente invadido, el mismo día de los atentados y que pasó como si nunca hubiera sucedido a pesar de la envergadura de este hecho para los Estados Unidos, sobre todo.

Otros hechos importantes a nivel internacional fueron ignorados, comprensiblemente ese día que parecía el del juicio final y cuyos pasos llevan no a la preparación previa de aficionados árabes, sino a un formidable y complejo tinglado del que deberá encargarse la historia, no la pasional realidad contemporánea con actores vivos y con otros que ya no pueden declarar nada.

El embargo a Cuba es una cuestión que pasa por la seguridad nacional para Estados Unidos, sigue hasta la real politik y descansa en los peldaños de la política de Estado que no puede ser perturbada por un presidente que nace de una coyuntura, que está ahí por circunstancias que pertenecen a la necesidad de la persistencia del sistema, no al deseo puramente humano de tener poder en un hombre de una raza que no es del todo tolerada y que estuvo sometida durante centurias y hoy se la coloca en posiciones administrativas para capear el bochorno mundial pasado en una nación que se precia de acoger, como lo hiciera Roma en el pasado sin distinción a todas las culturas a condición de que reconocieran el poderío de sus imperiales formas.

América Latina

La mayoría de los gobiernos latinoamericanos, en cónclaves internacionales han votado en favor de que Estados Unidos termine el embargo a Cuba, impuesto desde 1961 cuando el entonces presidente Fidel Castro declaró que esa isla asumiría el socialismo como ideología y que se integraba al bloque de países comunistas. Con la llegada de Obama a la Casa Blanca surgió la esperanza de que el embargo podría ser flexibilizado.

El Nacional

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