Opinión

Las visitas sorpresa

Las visitas sorpresa

En términos políticos, me parece correcto que la oposición busque posibles defectos en las “visitas sorpresa” del presidente Medina. Sin embargo, hay que anotar que el propio mandatario ha dicho que sus visitas jamás han sido improvisadas, y el ministro Administrativo de la Presidencia ha declarado que su oficina sigue acuerdos y decisiones que derivan de tales encuentros. Ha mostrado precesos y resultados. Es el espacio de articulación más idóneo para ganarse a sectores olvidados.

Tal vez haya algún tipo de debilidad que permita a la oposición sacudir “las visitas” y anotarse unos puntos, y no hay razón en dudar de algunas promesas que se hayan quedado a medio tallo. Pero asumirlo como negligencia o promesas conscientemente incumplidas para desmeritarlas, me parece más complicado. No es tan simple. Hay una movilización de grupos de personas interesadas en la producción de bienes en distintas partes del país a quienes de una forma u otra viene dándosele respuesta y se evidencia la esperanza de estos productores por la posibilidad de generar riquezas.

Aun haya verdades en el informe elaborado por técnicos del PRM será de poco significado. Es más fácil llevar a la prensa a productores beneficiados, que mostrarían facturas de recibimiento de recursos y de pagos hechos por préstamos recibidos, y a productores exhibiendo su bienestar, que un informe en contra muy a pesar de cualquier lujo en los detalles.

“Las visitas” por sí solas, el hecho simple y llano de que el presidente de la República aparezca en un patio o en una finca en reuniones entre vicinos, invitándolos a asociarse para recibir asesoría técnica y dinero a los fines de que puedan echar adelante con el apoyo gubernamental, es un paso importante. Y mucho más porque el Presidente los motiva a atraverse, a desafiar el destino.

Es la desburocratización de las decisiones gubernamentales, por un lado, y por el otro, sembrar esperanza entre productores en torno a organizarse para, con el apoyo del gobierno y del Estado, entrar al mercado, con la posibilidad incluso de convertirse en exportadores con la propia ayuda estatal. Posiblemente, el efecto inmediato de tales “visitas” no lo veamos, porque hay que ver el resultado en ciclos, nunca de la noche a la mañana. Es un aprendizaje, un reto.
Que las “visitas” se aprovechen con un interés mercadológico está clarísimo en fotos y momentos.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación