La sociedad dominicana, a mitad de camino en su largo trayecto hacia el anhelado estadio de desarrollo pleno, justicia y equidad, festeja hoy el 154 aniversario de la Restauración de la República, que puso fin al colonialismo contratado a larga distancia por la ambición, el miedo y la traición.
El general Santiago Rodríguez y un puñado de patriotas izaron la bandera tricolor en el cerro de Capotillo, el 16 de agosto de 1863, en el inicio de la Guerra de Restauración, gesta que coronó el triunfo casi dos años después cuando la reina Isabel II de España decretó el 11 de julio de 1865 la salida de las tropas españolas al ser derrotadas por los restauradores.
La Independencia Nacional proclamada el 27 de febrero de 1844 fue tirada por la borda por el general Pedro Santana, otrora adalid del Ejército separatista, quien canjeó el honor de la patria ante la Corona española por el título nobiliario de Marqués de las Carreras.
El hito restaurador demostró que nunca fue en vano la sangre derramada por el patricio Francisco del Rosario Sánchez y los demás mártires de El Cercado fusilados por órdenes de Santana, cuando intentaron con las armas restituir la Independencia nacional.
Los dominicanos tienen imperecedera deuda de gratitud, admiración y respeto hacia el general Gregorio Luperón, primera espada de la República y cada uno de los hombres y mujeres que emprendieron la misión de restablecer la obra separatista y fundacional heredada de Juan Pablo Duarte.
La unidad del gentilicio nacional en torno al propósito de restaurar la República se convirtió en la más poderosa arma política y moral que garantizó el desalojo por la fuerza de las tropas colonialistas, lo que demuestra que todas las veces que los dominicanos se unifican en torno a un propósito común, no hay fuerza externa o interna que pueda impedir su materialización.
En diciembre de 1821, José Núnez de Cáceres promovió un proyecto de nación que por falta de unidad resultó efímero; veintitrés años después se proclama la Independencia nacional, en la culminación del proyecto duartista.
La gesta de la Restauración, que se conmemora hoy, colocó a República Dominicana a la par con pueblos que jamás permitirían que su suelo sea mancillado ni su soberanía conculcada, porque es un compromiso que los hijos de esta patria heredaron de Duarte, Sánchez, Mella y de todos los héroes y mártires restauradores.
