Opinión

¡Llegaron los papeles!

¡Llegaron los papeles!

El procurador general informó que llegaron desde Brasil los papeles de Odebrecht con nombres de dominicanos involucrados en ese escándalo de soborno, que no serán revelados hoy, como se había dicho, pero sí en los próximos días junto al anuncio de sometimientos a los tribunales.
En un esfuerzo por contener la premura ciudadana para conocer la identidad de los imputados en recibir sobornos de esa empresa multinacional, Jean Alain Rodríguez prometió que en los próximos días “habrá nombres y habrá sometimientos”.

El magistrado Rodríguez anunció también que esos papeles serán colocados en Internet, con lo que cada quien tendrá la oportunidad de conocer a fondo todo lo relacionado con las investigaciones que sobre el escándalo Odebrecht se han realizado en Brasil.

Más que saciar morbo o premura, el procurador general tiene el compromiso de recabar pruebas y evidencias que sustenten ante los tribunales las acusaciones que se imputarán a los involucrados en sobornos y prevaricación.

El escándalo de Odebrecht no puede verse como una saga que atrae atención o curiosidad colectiva, sino como un expediente jurídico que debe servir para impulsar por vía de una ejemplar condena la batalla decisiva contra la corrupción y la impunidad que por decenios flagela a la nación.

Se agradece al procurador sus frecuentes y oportunos informes de prensa sobre pormenores de este escándalo que ha colmado de indignación a la sociedad, pero es preciso prevenirlo sobre el riesgo de que sin pretenderlo pueda confundir su histórico rol con el de un telonero político.

Tiene razón el magistrado Rodríguez al señalar que no hay mejor amigo de la impunidad que un caso mal instruido, por lo que se le aconseja auxiliarse de los mejores juristas y técnicos del Ministerio Público para que en este caso no quede ningún cabo por atar.

La población aguarda algo impaciente que la Procuraduría General cumpla cuanto antes con su compromiso y obligación de someter a la justicia a todos los implicados en el escándalo de Odebrecht, sin excepción, privilegio o discriminación.

El Nacional

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