Opinión

Los cárteles del carbón

Los cárteles del carbón

El Ministerio de Medio Ambiente ha dispuesto la incautación de cargamentos de carbón vegetal que no tengan la identificación de las fincas forestales autorizadas para producirlo, otro esfuerzo que procura disminuir su comercio ilegal y la depredación de amplias zonas boscosas, especialmente en la región suroeste.

Una resolución emitida por ese ministerio señala que el transporte de los productos forestales deberá realizarse en días laborables, en horario diurno, por lo que las cargas de carbón que no cumplan con esas formalidades serán incautadas.

El ministro Francisco Domínguez Brito, quien ha dicho que la producción y tráfico de carbón ilegal deben ser perseguidos como si fuera cocaína, debería saber que desde ahora enfrenta a una actividad de naturaleza criminal que genera enorme riqueza a cárteles con estructuras similares a las que operan el tráfico de drogas.

El contrabando de carbón vegetal desde República Dominicana hacia Haití representa una industria millonaria regentada por gente influyente o poderosa, ubicada a uno y otro lado de la frontera, que operan una estructura de producción en base a la tala indiscriminada de árboles o degradación de zonas boscosas.

La mayoría de la población haitiana cuece sus alimentos con carbón elaborado, un enorme mercado suplido por contrabandistas que operan en la región suroeste y que también se suplen de talas de árboles en las zonas sur y suroeste.

Extensas zonas boscosas en toda la geografía nacional son objeto de depredación por campesinos que improvisan conucos, potentados que las convierten en grandes extensiones de sembradíos agrícolas, o para la quema de carbón a gran escala.

Las autoridades deben promover una industria forestal que conviva con la preservación de los bosques, para lo que se requiere una clara voluntad política de enfrentar a las mafias que controlan el contrabando de carbón vegetal hacia Haití.

El ministro Domínguez Brito no exagera al afirmar que se requiere combatir la producción y comercio de carbón vegetal como si fuera cocaína, por el daño que causan a los bosques y fuentes de agua. Solo falta saber si el Gobierno tiene intención de enfrentar a tan poderosos e influyentes cárteles.

El Nacional

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