SANTO DOMINGO.- Mandar a detenerse a un peatón, motociclista o conductor, recoger evidencias en el lugar de un crimen o perseguir a un sospecho, requiere de ciertos protocolos y entrenamientos policiales, a fin de no poner en peligro la vida del agente ni de personas inocentes.
Esas normas, aunque las enseñan en las escuelas policiales, no son aplicadas por los agentes policiales que patrullan las calles de República Dominicana.
Esto queda demostrado cuando cada año aumenta la cantidad de policías muertos por delincuentes, así como las denuncias de abusos policiales contra ciudadanos inocentes.
La información, hace tres semanas de que en un enfrentamiento entre policías y delincuentes fueron heridos de bala un coronel, dos tenientes coroneles, un mayor y un sargento, y abatido uno de los delincuentes, se convirtió en viral en Internet y copó todos los diarios digitales e impresos del país.
La magnitud del hecho hizo pensar que se trataba de un tiroteo entre una dotación policial y el grupo de atracadores que estaban bien armados. Poco después se supo que se trató de un equipo policial compuesto por seis agentes, que se disponía a allanar una vivienda donde estaban los delincuentes, pero fue uno solo de éstos que enfrentó a los policías.
¿Qué hubiera pasado si en vez de uno hubieran sido tres o cuatro los hombres armados dentro de la vivienda? ¿Dónde está el entrenamiento y el procedimiento estándar según el Manual de Técnica Policial para estos casos? ¿Porqué una patrulla con tantos oficiales y sin refuerzos comete una serie de errores de procedimientos básicos?

Oficiales de la Policía caminan por las calles con las evidencias al aire libre y sin guantes

Los hechos
Al parecer la patrulla policial tenía la información de que en la casa número 13, ubicada de la manzana F del barrio Katanga de Los Mina, se encontraban los supuestos atracadores que habían robado en el Banco Popular el 29 junio pasado en Santo Domingo Este.
Los oficiales se presentaron a la parte frontal de la vivienda sin tomar ningún tipo de medida de prevención. Dicen los lugareños que al parecer el malhechor, luego identificado como Wagner Ambiorix Méndez Ogando, alias Francis, de 29 años de edad, se percató de la presencia de los oficiales e inmediatamente los enfrentó con una ráfaga del fusil M-16 que portaba.
Durante el tiroteo fueron heridos los coroneles Manuel Antonio Cabrera Sarita, Rafael Tapia Rosario y Félix Peralta Castillo, el sargento Biojary Antonio Pérez Colón y el mayor Moisés Montero Amador, quien murió al otro día. El tirador cayó luego de disparar a los oficiales.

Policías registran y sacan pertrechos militares del tinaco de una vivienda en el sector Maleconcito, del barrio Katanga, en Los Mina, Santo Domingo Este. No se ve a miembros del Departamento Científico del organismo en la escena.

Errores
Los vídeos y fotos subidos a la internet, muestran a los oficiales antes del tiroteo, en plena calle con pistolas en manos y todos amontonados. Todos en la línea de fuego y sin chaleco antibalas. Nadie vigilaba, nadie cubría la retaguardia, no se aplicó los procedimientos y técnicas policiales para estos casos.
¿Cómo debe operar?
Después de la Policía tener la información de inteligencia sobre la ubicación de los sospechosos; saber que son peligrosos y que están bien armados, lo primero que se hace es asegurar el lugar y pedir refuerzos, principalmente de una unidad táctica del equipo SWAT de la institución y pedir la asistencia de un fiscal.
Además, analizar el inmueble en aspectos clave, como calidad de la estructura, ventanas, puertas de entrada y salidas, patio, calles circundantes, que en caso de actuación y un eventual enfrentamiento verificar que peatones y vecinos no sean afectados. En tanto, los agentes que están a espera de los refuerzos deben tomar posiciones y estar bien protegidos.
Su misión era de vigilancia y evitar que los individuos puedan salir o entrar del lugar. Cuando llegue la unidad táctica policial y los oficiales que se harán cargo del allanamiento y captura, los oficiales de la avanzada debían saber culos procedimientos a utilizar.
Escena del crimen
Después que la señora Sonia Maribel Suero sintió un mal olor en el agua cuando se bañaba decidió verificar que había pasado en su tinaco, su asombro fue desconcertante al ver que dentro del mismo había indumentarias militares.
Luego de informar a las autoridades, agentes de la uniformada acudieron al sector Maleconcito, en Katanga de Los Mina, y extrajeron los pertrechos militares del tinaco colocado en la azotea de su vivienda. Ahì encontraron cuatro chalecos antibalas y dos pares de botas militares.
Tan poco esta vez acudieron acompañados de un fiscal. No se vio en la escena del crimen a la Policía Científica. No hubo acordamiento del área ni fotografías; no se vio oficiales levantando huellas dactilares y, como si todo esto fuera poco, los militares que sacaron los chalecos y botas del tinaco no usaron guantes de látex como se estila.
Imágenes publicadas en los diarios muestran como decenas de policías contaminan la azotea donde está el depósito que portaba las evidencias del crimen (robo al banco) y luego caminan por la calle con los objetos encontrados sin ser introducidos en bolsas y menos aún etiquetados para ser usados como evidencia en la investigación y como elementos de pruebas ante la Justicia.
Después de esta serie de contaminaciones de evidencias y violación de la cadena de custodia, ¿que podría alegar la institución del orden?
Caso Vimenca
Apenas 24 horas después de este hecho, pero en Santiago, la Policía tendría que poner todos sus esfuerzos para explicar otro suceso que, de igual forma, impactó en las redes sociales y en la sociedad en general, la información de que un vigilante que había sido detenido por el asalto a una sucursal de la agencia de cambios y remesas Vimenca en esa ciudad se había suicidado dentro de una unidad patrullera de la Policía estando esposado.
Según la versión policial, Antonio Polonia, se había quitado la vida mientras tenía los grilletes puestos, sentado en el asiento trasero de una camioneta de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) de Santiago. En un vídeo subido a las redes éste había confesado que recibió 600 mil pesos por participar en el asalto a la sucursal de Vimenca.
¿Cómo es posible que se haya quitado la vida un hombre que fue detenido, revisado y esposado?
Revisión y esposar
Después de que un sospechoso es detenido, el procedimiento básico es la revisión (cacheo) para detectar armas u otros objetos o dispositivos de interés en la investigación de un caso determinado. Luego se le coloran las esposas en las muñecas de las manos.
Según los protocolos de técnicas policiales, lo más recomendable en los casos de individuos peligrosos es esposarlos con las manos detrás, dorso con dorso y pulgares hacia arriba, ya que el esposamiento delantero representa un grave riesgo para la seguridad del policía y del detenido.
¿Cómo llegó el arma Colt calibre 45, con un cargador de treinta tiros a las manos del detenido?
El asalto a la sucursal del banco Vimenca en Santiago se produjo el sábado 23 de junio, de donde los malhechores cargaron con 1 millón 347, 998 pesos y 203, 254 dólares. El botín robado fue superó los 11 millones de pesos.
Si bien es cierto que en los últimos casos importantes de robos a instituciones financieras la Policía Nacional ha actuado de manera rápida en la captura de los sospechosos y parte de los participantes, la forma como han procedido ha puesto en tela de juicio las investigaciones y los procedimientos policiales, a tal punto que se piensa que hay un trasfondo en todo lo ocurrido.
En las calles
En las calles, mientras se patrulla en vehículos de cuatro ruedas o motocicletas la ausencia de procedimientos es notoria.
Es normal ver patrullas policiales estacionadas con sus miembros muy descuidados o chequeando sus celulares.
También es norma que policías hagan retenes improvisados en lugares inadecuados y procedan a parar vehículos pese a no tener una orden específica para cateo y a pesar de tener vidrios claros, familia dentro, incluidos niños ni el conductor ni los demás ocupantes tener un perfil sospechoso. Al detenerse, la pregunta recurrente, sin ni siquiera saludar , son: ¿es usted militar? Si se les dice que sí, “puede irse”, es la respuesta.
La segunda pregunta es ¿porta usted arma de fuego? Si la respuesta es afirmativa, se le pedirán los papeles y sin importar si están en orden o no, la retienen si el soborno no funciona.
Muchas veces, cuando detienen un vehículo todos los miembros de la patrulla se dirigen a la puerta del conductor sin que ningún miembro adopte una posición de cubrimiento ante una eventualidad en que pueda peligrar su seguridad.