Cuando el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, sugiere en su ” humilde opinión” que el Partido de la Liberación Dominicana presente nuevos rostros en los comicios venideros, como una forma de que la entidad política se recicle y pueda encantar nuevamente a la población, no está aportando nada a la Política en su carácter de Ciencia.

Los partidos políticos están llenos de jóvenes con rostros nuevos, agradables, encantadores, motivadores, exquisitos, atrayentes y los hay también que compiten con la fealdad y la rispidez del conde de Mirabeau. Esos decires no constituyen elementos conceptuales, por lo tanto, el PLD no tiene garantía de permanecer en el poder sobre la propuesta de rostros nuevos, sino, de candidatos que puedan presentar un legado o la sapiencia para dirigir los destinos del país.

Cuando el ex presidente Leonel Fernández se presentó en las elecciones del 1996 como candidato a la presidencia, el señor ministro de la presidencia podría decir, que se trataba de un ”rostro nuevo”, sin embargo, Leonel ya tenía más de 30 años en las lides políticas y era un político profesional. Cuando el presidente Danilo Medina asume el poder en el 2012, era un ”rostro nuevo”, pero todos sabíamos que era un político de los pies a la cabeza. En cuanto a Reinaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Radhamés Segura, Temístocles Montás, podrían ser presentados como ”rostros nuevos”, pero todos tienen una dilatada trayectoria política e incluso ya han sido precandidatos en su organización política. Entonces,

¿ Para qué rostros nuevos ?

La política es dinámica, cambiante como aquel río de Heráclito, pero en la coyuntura actual, el PLD tiene dos fichas salvadoras: la reelección del presidente Danilo Medina, si lograra pasarla, y la candidatura del presidente del PLD, Leonel Fernández. La política sigue siendo el arte de lo posible y no nos sorprendería un posible enfrentamiento entre los ”rostros nuevos” apoyados por los danilistas contra los ”rostros viejos”, representados por Leonel Fernández.

Mientras tanto, debo de admitir, que la propuesta de Gustavo Montalvo envuelve cierta genialidad política. Primero, porque intenta capear el temporal y ha dicho, insisto en su ”humilde opinión” que el presidente no intentará la reelección, pero nunca se refirió al equipo político del presidente, que es quien tomará la decisión final.