Opinión

Mandarria de la ley

Mandarria de la ley

Delincuencia y accidentes de tránsito se convierten en los flagelos más temibles durante la temporada de Navidad y Año Nuevo, porque son causas crecientes de tragedia y tribulación en la sociedad dominicana sometida a un desorden en la circulación de vehículos y a constantes atracos, asaltos y robos agravados.

Durante el fin de semana, en Santiago y Moca se reportó la muerte de seis personas en episodios violentos, incluido la de un oficial de la Fuerza Aérea asesinado por delincuentes en la comunidad de Gurabo que lo despojaron de su arma y de dinero.

Ante el incremento de muertos y heridos en accidentes provocados por conductores temerarios o violadores de la ley, el procurador general, Jean Alain Rodríguez, instruyó al Ministerio Público a actuar con mayor drasticidad contra choferes con saldo de víctimas fatales o lesionados graves.

A causa de debilidad procesal o benignidad de la ley, delincuentes que atracan, asaltan y asesinan o conductores irresponsables que causan muerte o lesiones permanentes, salen con facilidad del ámbito judicial, muchos de los cuales incurren en reincidencia.

Policías, fiscales y jueces tienen la obligación de enviar la clara señal de que será apresado, procesado y condenado todo aquel que incurra en asalto, atraco o en cualquier crimen violento, así como a cualquier chofer o conductor que por manejo temerario provoque muertes o lesiones graves.

Diciembre es un mes adecuado para que las autoridades actúen con drasticidad en la aplicación de la ley, única manera de frenar en forma inmediata el auge de la delincuencia y la criminalidad, y de paso enfrentar el caos y la anarquía que prevalece en el tránsito.

Franco Badía

El deceso del doctor Pedro Franco Badía, acaecido ayer, es motivo de gran pesar para la sociedad que pierde a un ciudadano que dedicó gran parte de su vida a la actividad política y al desempeño de diferentes posiciones públicas, incluido la de síndico del Distrito Nacional.
Como abogado, Franco Badía, fue un ardoroso defensor en los tribunales de ciudadanos encarcelados o perseguidos por razones políticas. Los votos de pesar por tan sentido fallecimiento van dirigidos también a su esposa, Iluminada de Badía y a todos sus familiares.

 

El Nacional

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