Editorial

Mangas por hombro

Mangas por hombro

El vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) ha revelado hoy que no cuenta con aval del Gobierno un anteproyecto de ley enviado al Congreso por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para la emisión de bonos por dos mil millones de dólares destinados a instalar dos plantas de generación eléctrica a carbón.

Lo dicho por el ingeniero Radhamés Segura constituye una sorpresa mayor, porque no se concibe que el partido oficial asuma una iniciativa de tal envergadura sin contar con la anuencia o conocimiento del presidente Leonel Fernández ni del propio titular de la CDEE.

Segura  sostiene que  ese proyecto no tiene el padrinazgo del PLD, pues fue  redactado por su secretaría de Energía y Minas y enviado directamente al Senado, sin que fuera sancionado por el Comité Político, revisado por la CDEEE o aprobado por el Poder Ejecutivo.

A un partido como el de la Liberación, que se precia de organizado, no le luce pifias con  la de comprometer a su mayoría parlamentaria en un proyecto de endeudamiento por dos mil millones de dólares, sin  conocimiento ni aprobación del sector eléctrico oficial ni del propio jefe del Estado.

Los técnicos del PLD que elaboraron ese  ambicioso proyecto, olvidan que ya el Congreso aprobó una carta de crédito por 800 millones de dólares, para  una planta a carbón de 600 megavatios, instrumento con el cual se podría estimular interés de inversionistas nacionales o extranjeros en esa iniciativa.

Que un órgano del PLD gestione por su cuenta la emisión de dos mil millones de dólares en bonos, sin  previo conocimiento o aprobación de la CDEEE ni el Presidente, es indicativo de que allí las cosas andan mangas por hombro.

Cadejo

El Congreso no debería dilatar la aprobación del préstamo por 650 millones de pesos para financiar la entrega del sueldo número trece a empleados de  Ayuntamientos y empresas descentralizadas, porque ese empréstito tiene  seguridad absoluta de retorno.

Desde tiempos inmemoriales los cabildos y entes autónomos del Estado pagan durante el año siguiente, en once cuotas consecutivas, las partidas  que toman en crédito al Banco de Reservas para cumplir con la entrega de la regalía pascual.

Los servidores de esas instituciones no merecen sufrir más angustias con  el engavetamiento o dilación en la aprobación de ese empréstito, que se ha convertido en una tradición que no debería ser interrumpida, menos ahora, cuando las galletas se queman en el horno.

El Nacional

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