Al parecer, el presidente Danilo Medina y sus colaboradores del área económica, política y social del gobierno no se han detenido a pensar en los grandiosos aportes que hace la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a la sociedad dominicana. Todo parece indicar que se ignora que el instrumento más idóneo que tenemos en el país para la movilidad social.
El pírrico presupuesto asignado para el próximo año a la más antigua universidad del continente americano, nos dice que el primer mandatario de la nación desconoce que millares de hogares de 19 provincias nacionales envían sus hijos a las aulas uasdianas para que alcancen profesiones que los catapulten al bienestar social.
Tengo la creencia de que Medina no sabe que los 19 recintos, centros y subcentros de que dispone la UASD en esas provincias son un ahorro económico para esas millares de familias debido a que ya no tienen que enviar sus hijos a la capital para estudiar.
De igual modo, no debo decirle al primer ejecutivo que mantener esas instalaciones y preparar académicamente a esos jóvenes es una responsabilidad del Estado, tal como manda la Constitución.
Me resisto a considerar como bueno y válido que el licenciado Medina no haya reflexionado en la necesidad que tiene la UASD de poner en uso unos 40 modernos laboratorios de alta tecnología que son vitales para la preparación de los casi 200 mil alumnos inscritos.
Asimismo, no puedo entender que, con su resistencia a aumentar el presupuesto para el 2015, el presidente quiera negar el derecho que tienen los más de tres mil 700 profesores a disfrutar de mejores pagas.
