GLENDALE, Arizona (Del Chicago Tribune) – En una noche de noviembre durante las reuniones de gerentes generales de béisbol, cuando mensajes desalentadores de los agentes y de otros clubes se colaban, Rick Hahn dudaba sobre si los planes de temporada baja de los Medias Blancas se lograrían.
El jardinero dominicano Melky Cabrera era uno de los objetivos que parecían cada vez más inciertos para el gerente general de los Medias.
“Él realmente quería ganar, pero (dijo): ‘Con el debido respeto, están ustedes realmente en condiciones de ganar, y ¿soy yo realmente alguien que hace diferencia para usted?'”, dijo Hahn esta semana en los entrenamientos de primavera. “Hemos tenido conversaciones como ésta, así que recuerdo estar sentado en mi habitación diciendo: ‘No estoy seguro de que esto va a salir cómo lo imaginamos. Aquí tenemos que empezar a pensar en algunas contingencias'”.
Muevan rápido tres meses hacia adelante, y Cabrera está en un uniforme de los Medias Blancas con el equipo completo en Camelback Ranch, hablando de lo feliz que es estar con un equipo que cree puede ganar.
Los planes de los Medias Blancas cayeron en su lugar, y después que el abridor Jeff Samardzija y el cerrador David Robertson estaban a bordo, los Medias y Cabrera hicieron su trato. Ayudó que era un contrato de tres años por $ 42 millones. También lo hizo el hecho de que la esposa de Cabrera está enamorada de Chicago.
“Hubo muchos equipos que me querían, pero fue una decisión que tomé con mi familia y este es el lugar donde queríamos estar”, dijo Cabrera a un intérprete del equipo. “Cuando vi por primera vez el negocio de Samardzija y la firma de Robertson y los otros chicos, me dije que tenía que estar allí.
