El doctor Nelson Moreno Ceballos, como todo buen psiquiatra, sabe que la competencia es una enfermedad que solo se combate con las ideas. Eso lo entendieron muy bien Hostos, cuyos postulados son hoy más vigentes que nunca, y Duarte, quien ninguneado en Venezuela, murió entre depresiones y velas y hoy alumbra a verdaderos nacionalistas.
Lo curioso es observar a quienes compiten, ya sea por un premio o por una posición, quienes no vacilan en forjar las alianzas más contradictorias, o apelar hasta la brujería (deporte nacional) para lograr sus fines. Una vez ganan el premio, o posición, generalmente a costa del asesinato moral del adversario@, se apagan. En la historia que compilo sobre la literatura dominicana los ejemplos edificarán.
Nelson Moreno Ceballos eso lo entiende y por eso se afanó en compilar su Historia de las Academias de Ciencia y de las Organizaciones Científicas Internacionales (en inglés y español), donde narra sus exitosos esfuerzos por situar la Academia de Ciencias Dominicana nivel internacional, e insertarla en el concierto de las Academias de Ciencias que operan en el mundo.
Cuidadosamente documentado, este libro, elogiosamente ponderado por el Dr. Roberto Cassá, es un instrumento invaluable para el estudiantado y profesionales de la Ciencia y Tecnología, en este país donde apenas se destina un 0.03 % del presupuesto a la investigación científica y tecnológica.
Y lo es, porque dedica cinco capítulos a la historia de las academias, desde las primeras comunidades científicas en la antigüedad clásica y el mundo Helénico, hasta las asociaciones internacionales de ciencias y otras instituciones científicas de la actualidad, incluyendo la Comunidad Científica del Caribe, (CCC), de la cual Nelson fue presidente en dos ocasiones.
Como honrar honra y nobleza obliga, este libro está dedicado a la esposa de Nelson: Cecilia Caballero, brillante profesional, de larga data, de la diplomacia dominicana, y agradece al Dr. Mario Bonetti, fundador de la Academia; Dr. Leonel Fernández, por su apoyo al posicionamiento internacional de la Academia; Dra. Ligia Amada Melo; Dr. FranklinFermín; Miguel Cocco; Dra. Venecia Álvarez de Vandershorst y al equipo de traducción liderado por la poeta Martha Rivera.
La puesta en circulación, la cual coincidió con la de la autobiografía poética de Narciso Isa Conde, en los repletos salones de la Biblioteca Nacional, fue una fiesta del espíritu, donde nos alegró ver al psiquiatra Sánchez Martínez, amigo de toda la vida de Nelson Moreno Ceballos, representando a la Academia de Ciencias en la mesa directiva, donde también estaban los auspiciadores de la obra (Banco Popular, UASD, Asociación Interamericana de Empresas, Instituto de Investigaciones, Asesorías y Entrenamientos Psicosociales y Pedagógicas, y el Centro de Psicoterapia Integral.
