San Pedro de Macoris. La balacera del pasado jueves en la tarde en el barrio Miramar cobró ayer su segunda víctima, Jorge Heredia, quien residia en Los Guayacanes.
El joven expiró en un centro de salud de Santo Domingo, informó el vocero de la Policía, capitán Santana.
Heredia fue herido cerca donde cayó Rafael Caraballo Quezada, de 28 años y quien residía en el barrio Placer Bonito.
Ambos fueron acorralados en la intersección de las calles Mosquito y Sol con Ramón Mota, al lado de las instalaciones del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).
Versiones de testigos indican que estos estaban en una parada de motoconcho que hay en esa esquina, al momento de llegar dos individuos en un vehículo, quienes de inmediato la emprendieron a tiros y luego huyeron.
Caraballo Quezada (Nonón) recibió varios impactos de bala, y fue llevado al centro médico más cercano.
Los disparos y el griterío de los transeúntes produjo gran alarma en el sector.
En medio de la confusión familiar de los niños que reciben educación y cuidado en Conani, acudieron desesperados en busca de sus hijos.
Veinte después, miembros de la Policía y autoridades judiciales se presentaron al lugar del hecho y recogieron varios casquillos de pistolas 9 milímetros.
Según comentarios callejeros, se trató de un presunto ajuste de cuentas entre bandas rivales, cuyo motivo principal sería la muerte de Miguel Gonzales Ramírez, mejor conocido por el apodo de Nicky Loco, acribillado junto a Emmanuel Batista Herrera, alias Ramonita, en una emboscada el pasado 17 de marzo en esta ciudad.
