Opinión

Muralla fronteriza

Muralla fronteriza

Hugo A. Ysalguez

Desaliento y frustración, muestran los altos mandos militares, asignados a la vigilancia de la frontera dominico-haitiana, cuando repatrian inmigrantes ilegales, y al día siguiente retornan al país para repetir todas clases de tropelías en perjuicio de ciudadanos indefensos.

El director del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza y Terrestre (Cesfron), general Sugar Puttzi Martínez, admitió públicamente el desaliento de los oficiales y soldados bajo su mando, ante la falta de un régimen de consecuencias contra los traficantes de ilegales, quienes gozan de una impunidad que espanta y siguen trayendo ilegales como perros por su casa.

Tenemos una frontera abierta de más de trescientos kilómetros, lo que hace imposible resguardar nuestro territorio de las hordas haitianas que ya cuentan con un Ejército de más de tres mil miembros, y el objetivo es alcanzar la cifra de cinco mil militares, listos para cometer desafueros contra los dominicanos que debemos organizamos para enfrentar posibles ataques de nuestros vecinos.

Nunca debemos olvidar que los haitianos, ejercieron una dominación por 22 años en la República Dominicana, perpetrando todas clases de crímenes y borrando importantes símbolos de nuestra civilización. Y siempre hay que estar alerta para impedir que se registre nuevamente un episodio tan tenebroso y lleno de penumbras, como el que se vivió durante la invasión de Haití.

Aunque en algunas esferas oficiales, se observa cierta indiferencia frente al problema haitiano, en el país existe una ola nacionalista, estructurada en varios grupos organizados preparados para defender el decoro y el honor de la Patria, ya de por sí zaherida por la cantidad de gettos de inmigrantes haitianos, que saturan nuestro terruño, y amenaza llevarnos a un callejón sin salida.
La construcción de un gran muro fronterizo, es la solución más viable para erradicar la entrada de ilegales y salvaguardar nuestra soberanía. En el mundo, existen muchas murallas construidas para preservar los territorios de los países que las han levantados. El gobierno dispone de recursos para esa gran obra, que salvaría a la nación de cualquier intentona de mancillar el suelo dominicano. De modo, pues, que debemos unir voces en reclamo de una gran valla en la frontera a fin de terminar de raíz con el trasiego de indocumentados.

El Nacional

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