No querer sentirse abandonado, es normal. Cambiar de estado de ánimo durante un mismo día, no es cosa rara. No sentirse bien consigo mismo le pasa a casi todos en alguna ocasión. Sin embargo, cuando todo esto ocurre de manera excesiva y de forma constante, y converge un una sola persona, es probable que detrás de éstos síntomas se esconda un trastorno de la personalidad.

Un trastorno de la personalidad no es más que un conjunto de perturbaciones en la conducta, las emociones y los pensamientos de una persona, que le dificultan sus relaciones interpersonales y consigo mismo. Las cualidades recién citadas, definenuntrastorno de personalidad tipo límite, más conocido como borderline

¿Cuáles son los principales síntomas?

-Inestabilidad afectiva y cambios drásticos de humor. De esta manera, quien padece éste trastorno puede tener ataques de ira inesperados y de manera descontrolada.

-Relaciones interpersonales inestables, que van desde un extremo de idealización de una persona hasta otro extremo de total devaluación de la misma.

-Alteración de la autoimagen, teniendo un pensamiento fluctuante acerca de sí mismo, con constantes periodos de vacíos y crisis existenciales.

-Impulsividad en al menos dos áreas potencialmente dañinas contra sí mismo (abuso de sustancias, gastos, sexo, atracones de comida).

-Intentos suicidas o de automutilación.

-Esfuerzos exagerados para evitar un abandono real o imaginario.

Para ser diagnosticado no hace falta cumplir con todas las características, aunque sí con la mayoría de ellas. El diagnóstico lo hace el profesional de la salud mental, después de entrevistar a la persona y a los familiares cercanos.

Los trastornos de la personalidad -y en específico, el trastorno límite- son condiciones tratables. El proceso suele ser largo, y su mejora es altamente dependiente de la disponibilidad de la persona a ser tratada.

Normalmente el tratamiento se basa en una combinación de medicamentos y terapia cognitiva, ya sea individual o grupal, en la que se persigue que la misma persona identifique las conductas, pensamientos y emociones que le traen dificultad, y poder entonces trabajar en ellas. Tratar a una persona con las características descritas es vital, tanto para ella como para el medio que la rodea.