Opinión

NEURO-PSICOLOGÍA

NEURO-PSICOLOGÍA

La semana pasada recibí un correo acertadísimo, que, con algún aire de reclamo, hacía referencias al escritoanterior, en donde el tema eralas secuelas cognitivas en la violencia contra la mujer; entre sus palabras quedaba manifiesto una realidad tan real como silente: la de los hombres maltratados.

Si bien parecería poco común, la violencia contra el hombre es sin lugar a dudas, una realidad. Así como también lo son, las secuelas cognitivas que consigo traen esta serie de maltratos.

Los insultos verbales, golpes y amenazas no son solo cosas hechas por hombres. Muchas mujeres se vuelven las agresoras dentro de su llamado hogar. Con la agravante, en éstos casos, de que son muy pocos los maridos o novios que se atreven a denunciar tal cosa. La sociedad no se lo perdonaría. Y, probablemente, las leyes tampoco.

Aunque en nuestro país la ley contempla penalización para cualquier tipo de violencia intrafamiliar, sin distinguir sexo, en la práctica, si una mujer realiza una acusación de maltrato, incluso si no hay pruebas contundentes, el hombre es puesto en prisión preventiva.

¿Y qué de las secuelas psicológicas? Estas tampoco distinguen entre género. Los varones suelen  ¨somatizar¨ su afección, ya sea con exceso de trabajo como con una dejadez inusual. La ansiedad y depresión son también notorias y la falta de concentración, olvidos continuos e insomnio forman parte de las secuelas de la violencia contra ellos.

La separación obligatoria de los hijos, sin razones justificadas, es también otra forma de maltrato al hombre, produciendo ésta un daño mayor para todos los miembros del círculo familiar.

La violencia intrafamiliar, en todas sus formas, trae secuelas psicológicas, cognitivas y sociales a corto y largo plazo de proporciones desmesuradas, por lo que debe enfrentarse con objetividad, a sabiendas de que todos y todas podrían constituirse en potenciales maltratadores.

El Nacional

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