Opinión

¿Nos creen idiotas?

¿Nos creen idiotas?

Cuando la policía persigue un delincuente no hay manera que escape, lo atrapa aun en los más recónditos y escabrosos laberintos, callejones y callejuelas.

Figueroa Agosto escapó a plena luz del día, en una hora pico, en medio de un tapón y en el centro de la ciudad. No valió que la PN, el DNI, la DNCD y mil siglas mas le ´´corrieran´´ detrás, no valieron los anillo de seguridad, ni las Harley Davidson de Franklin,  se ´fugó simplemente. Desaparecio a pleno sol. Y conste, donde se ´´fugó no hay callejones ni recovecos, ni callejuelas, son calles amplias y avenidas llenas de vehículos y personas.

A Sobeida,  pieza clave del tinglado, la justicia de este extraño país, con una extraña sentencia de una extraña jueza,  la ponen en libertad mediante una ridícula fianza y la ridícula obligación de presentarse cada 15 días.

No le colocaron vigilancia ni le intervinieron los teléfonos porque, según las autoridades,  la jueza no lo dispuso.

En este país a cualquier antigobiernista reconocido, a cualquier comunicador crítico al gobierno, a cualquier dirigente popular o político de oposición, le intervienen el teléfono y le plantan una vigilancia permanente 24/7,  aunque esto vaya en contra de la ley y la Constitución, simplemente porque son órdenes superiores.  Lo controlan hasta cuando va al baño. Pero a Sobeida no…y, ¡oh! que raro, se fugo  en las narices de todos.

Un ciudadano decente y cumplidor de las leyes pasa por migración para abordar un avión y le revisan hasta los entresijos, no solo los documentos. Levin Nin Batista, esposa nada más y nada menos que del narco mas buscado se fue,  no en yola ni de polizón en una nave, se fue por el Aeropuerto las América,  a plena luz,  con documentos falsos y, ¡oh! cosa extraña,  nadie se dio cuenta, nadie la descubrió.

 Son  algunas de las cosas ”raras” que suceden en mi querido país.

Y todavía tienen el tupé de decirme que en estos caso no hay policías, ni militares ni funcionarios involucrados… por favor lean el título de nuevo.

El Nacional

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