La Superintendencia de Bancos ha suscrito un acuerdo con la Fiscalía del Distrito Nacional y la Asociación de Bancos Comerciales para perseguir y procesar a las personas físicas y jurídicas que realicen actividades de intermediación financiera ilegal, lo que parece redundante porque ese ente regulador se obliga en ese convenio a lo que por ley está obligado.
Lo mismo ocurre con la jurisdicción del Ministerio Público que se adhiere a ese convenio, que también tiene el compromiso de prevenir, investigar, perseguir y procesar todos los tipos de infracción criminal o delictuosa, sin necesidad de concertar el cumplimiento de ese compromiso.
En cuanto a la Asociación de Bancos Comerciales, se supone que su función básica es proteger los intereses de sus asociados y procurar que el sector financiero cumpla con las regulaciones financieras en un ambiente de libre mercado.
El citado convenio establece la creación en la Fiscalía del Distrito de una Unidad de Investigación de Delitos Financieros, que haría más eficiente la labor del Ministerio Público en la persecución de lavado de dinero y fraude de financieras no reguladas contra ahorrantes y depositantes.
El Banco Central y la Superintendencia de Bancos son las instituciones a cargo de velar por el cumplimiento de la Ley Monetaria y Financiera, por lo que no se requiere de acuerdo o convenio para aplicar ese estatuto y velar por su fiel cumplimento.
De película
La acción de un grupo de encapuchados y armados de robar un furgón con más de mil televisores en un área restringida del Puerto de Boca Chica, parece una escena de película, que refleja los alarmantes niveles de la violencia y criminalidad.
Los ladrones, que llegaron al lugar a bordo de un cabezote, con el que derribaron una verja perimetral, golpearon y amordazaron al personal de seguridad portuaria, integrado por once vigilantes, incluido un capitán del Ejército, y cargaron con el contendedor que llevaba en su interior mil 163 aparatos de televisores.
Las autoridades están compelidas a apresar y someter a la justicia a tan osados delincuentes, así como establecer posibles complicidades, en una acción de violencia y criminalidad que asombra y consterna a la sociedad.
