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ORTO-ESCRITURA

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Fundéu-GA:
Día de la Altagracia, claves de escritura

 

Con motivo de la festividad religiosa que se conmemora hoy en la República Dominicana, la Fundéu Guzmán Ariza ha emitido algunas claves para la correcta escritura de términos que pueden aparecer en las noticias de esta fecha y que esta columna comparte.

1. Nuestra Señora de la Altagracia, mayúsculas
Lo recomendable es escribir los nombres de las entidades religiosas con mayúsculas iniciales y sin cursiva ni comillas: Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora de las Mercedes, Nuestra Señora de la Altagracia…
2. Nombre de la festividad

Tal como indica la Ortografía de la lengua española, los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de festividades, ya sean civiles, militares o religiosas, se escriben con inicial mayúscula: Día de Nuestra Señora de la Altagracia, Día de la Virgen de la Altagracia.
3. Artículos y preposiciones, en minúscula

En cambio, los artículos y las preposiciones que también forman parte de estos nombres han de escribirse en minúscula, de modo que en las frases «Pro Consumidor inicia operativo en Higüey por Día de La Altagracia» o «MOPC coordina operativo por el Día de la Virgen de La Altagracia» sería más apropiado escribir «…de la Altagracia». Sí es válida la mayúscula inicial cuando se trata del nombre de la provincia: «Higüey es el municipio cabecera de la provincia La Altagracia».
4. Basílica, mayúsculas y minúsculas

El sustantivo basílica, que forma parte de la denominación del santuario de Higüey, se escribe, en general, con mayúscula: Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia. Sin embargo, la Ortografía explica que, si el sustantivo genérico que acompaña al término específico se corresponde con la naturaleza del referente, es posible escribir basílica en mayúscula o minúscula: basílica de Higüey, basílica de Nuestra Señora de la Altagracia, Basílica de Higüey, Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia.
5. Términos y adjetivos religiosos

Se escriben con inicial minúscula términos como advocación, culto, eucaristía, misa, procesión, vigilia, etc., así como los adjetivos mariano, altagraciano…

Por último, se recuerda que, de acuerdo con la Ortografía académica, las palabras que designan cargos y títulos se escriben con minúscula inicial por su calidad de nombres comunes. Por tanto se recomienda escribir en minúsculas las palabras arzobispo, cardenal, monseñor, nuncio, obispo, presidente, vicepresidenta, primera dama, etc. Además, si la celebración fuera oficiada por más de un prelado que lleve el título de monseñor debe evitarse pluralizar ese vocablo. Se aconseja: monseñor Peña, monseñor Ozoria, monseñor Cedano.

La presidenta y la cantante

Por distintos medios es frecuente la discusión en torno al femenino de los sustantivos terminados en –ante y –ente, que proceden del participio activo de los verbos sobre cuyas bases se forman: presidir, presidente; actuar, actuante, cantar, cantante. Hay gente muy radicalizada en el rechazo a la forma femenina de estos vocablos. Transcribiré al respecto lo que señala la Nueva Gramática de la Lengua Española, 2009, publicación de la Asociación de Academias de la Lengua Española y la Real Academia Española:

“Se forma un gran número de sustantivos en –nte, de base verbal, que designan personas (cantante), instrumentos (tirante), lugares (restaurante, débilmente asociado con restaurar en la conciencia lingüística de los hablantes) y productos (calmante), entre otras interpretaciones menos frecuentes que se examinarán en las páginas que siguen. Sea cual sea su base, casi todos los nombres de persona formados con este sufijo son comunes en cuanto al género: un cantante, una cantante; un dibujante, una dibujante. Se exceptúan unos pocos pares, como cliente/ clienta; comediante/ comedianta; dependiente/ dependienta; figurante / figuranta; infante/infanta; intendente /intendenta; presidente /presidenta; sirviente/ sirvienta, y otros recogidos en los párrafos 2.5j y ss. Y, como allí se explica, la forma en –nte de algunas de las voces citadas es común en cuanto al género. Las alternancias –nte /-nta que se mencionan no afectan al significado del sustantivo, sino al sexo de la persona designada. Se diferencian, pues, de otras como gobernante/gobernanta (2.5 l), cuyos miembros expresan significados en –anta, véase el 2.5k. Se documentan a veces en textos recientes otros sustantivos en –anta (como comercianta o negocianta), casi siempre cargados de matices irónicos o despectivos que no poseían en otras épocas”. (Nueva Gramática…, pág. 478).

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