Semana

Orto-escritura

Orto-escritura

Apoteca, botica  o farmacia

 

Inocencio entró a una tienda de vinos en la zona céntrica de Santo Domingo y declaró su deseo de comprar un par de botellas de uno en específico. “Pero hay un problema”, dijo. Quien lo atendía inquirió sobre tal inconveniente y el hombre confesó que no recordaba la marca del producto que buscaba.

– Mire – refirió- tomé de ese vino aquí, brindado por unos amigos, no retuve el nombre, porque de hecho es algo raro. Solo recuerdo que suena a nombre de producto farmacéutico…

El sumiller, un joven diestro en su trabajo, se movió hacia un tramo y de inmediato trajo una botella de vino que mostró al visitante. Inocencio sonrió complacido y exclamó: Es este justamente el vino que busco.

Se marchó con la mercancía elogiando la inteligencia del despachador. Poco después contó la anécdota a un amigo, mayor en edad y conocimientos, que se dedica al estudio del lenguaje. Grande fue su sorpresa cuando el amigo le explicó que la relación de esa marca de vino no es con un producto farmacéutico, sino con la farmacia toda.

-¿Cómo es eso, por qué lo considera usted así? -exclamó con ingenuidad y asombro.

Para responder, el profesor prefirió comenzar por lo más simple. Y dijo: El nombre más común de la profesión de quien se dedica a la fabricación de productos para la salud es farmacia. Y el profesional que la realiza, farmacéutico y su forma femenina farmacéutica. En algunos países (Colombia, Ecuador, Guatemala, Panamá y Venezuela) prefieren el término farmaceuta, que es también aceptado.

Tanto farmacéutico como farmacia proceden de la lengua griega, pero llegaron al español y a otras lenguas por vía del latín (pharmaceuticus), idioma en el que el sonido “efe” se representa con “ph”. De ahí la semejanza gráfica de esta palabra entre idiomas de perfiles muy diferentes. Ejemplos: pharmacy (inglés), pharmacie (francés), farmacia (italiano), pharmacy (portugués), farmacie (rumano).

Inocencio escuchaba atento, pero su semblante evidenciaba inquietudes. Pregunte lo que usted quiera, le dijo el profesor, y de inmediato brotó esta interrogación: ¿Entonces en qué se relaciona botica con farmacia?

-Por suerte, querido amigo –respondió el profesor en tono pícaro- usted sabe que botica no es un zapato de niño. También esta palabra procede del griego bizantino apoth?ke, que es bodega o almacén. Pero la palabra evolucionó en español, en su tránsito por el latín, hasta quedar en botica, con el significado de farmacia, laboratorio y despacho de medicamentos.

De ahí que boticario y boticaria sean sinónimos de farmacéutico y farmacéutica. El Diccionario de la lengua española define el vocablo boticario de este modo: “De botica y -ario. 1. m. y f. Persona que profesa la ciencia farmacéutica y que prepara y expende las medicinas”. En algunas regiones de España se emplea la palabra botiga, en lugar de botica, y es obvio que esta palabra por su grafía y sonido recuerda el vínculo con bodega.

En el español dominicano, bodega es un establecimiento que vende provisiones comestibles y bebidas alcohólicas mientras con el nombre botica se denomina una tienda de fármacos que incluye algunas artículos de consumo regular.

– Profesor, usted mencionó una palabra como sinónima de botica, pero para mí eso no está claro.
-Sí, Inocencio, usted alude a la palabra apoteca, que es lo mismo que botica y que farmacia. Le decía que este vocablo procede del griego apoth?ke (almacén) y a nuestra lengua ingresó vía el latín (apotheca). Por igual, apotecario (quien trabaja en la apoteca) procede del latín tardío apothecarius.

El Diccionario académico define esta palabra del modo siguiente: 1. adj. Perteneciente o relativo a la apoteca o a los apotecarios. 2. m. y f. p. us. boticario (? persona que profesa la ciencia farmacéutica.

¿Alguna duda, Inocencio?

-Todo está claro, profesor.

El Nacional

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