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ORTO-ESCRITURA

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Leísmo fenómeno de gran alcance

Por:RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com

El uso y mal uso de los pronombres personales átonos /le/, /la/, /lo/ y sus formas en plural /les/, /las/, /los/ constituye una piedra de toque.
En unas regiones predomina el uso incorrecto de LO, mientras en otras es LA y creo que tanto en España como en América el empleo vicioso de LE afecta a mayor número de hablantes.

Leísmo, laísmo y loísmo se presentan por la actitud del hablante de diferenciar entre femenino y masculino, en unos casos, y entre personas y cosas, en otros. En el habla de los dominicanos se incurre sobre todo en leísmo, pero no es propio de nosotros el usar expresiones como: Cuando lo vea LO daré una insultada.

En España se escribió una canción (cantaba Evangelina Sobredo, Cecilia) que dice: “Quién LA escribía verso / dime quién era/ quién LA mandaba flores por primavera/ y en cada nueve de noviembre/ como siempre sin tarjeta/ LA mandaba un ramito de violetas”. Es un lamentable ejemplo de laísmo.

El leísmo es más disimulado, y pocos advierten la incorrección: “Francis Caamano, según quienes LE conocieron y LE trataron, era impetuoso”. Otro ejemplo: -¿Ha visto usted a Pedro? –Sí, LE vi en la cafetería y LE saludé.

En cada caso del párrafo anterior, donde dice LE debe decir lo (lo conocieron y lo trataron) (lo vi y lo saludé). Se incurre en leísmo con el uso impropio de le y les en función de complemento directo, en lugar de lo (para el masculino singular o neutro), los (para el masculino plural) y la o las (para el femenino), que son las formas a las que corresponde etimológicamente ejercer esa función.

Le y les corresponden al complemento indirecto (dativo). Por ello, la norma culta del español estándar establece el uso de estas formas para ejercer dicha función, independientemente del género del sustantivo al que se refiere el pronombre: “Hablé con el abogado y le expliqué el caso”. “Le dije a mi esposa la verdad”.
En tanto el complemento directo (acusativo) demanda de los pronombres lo, los, la, las.

El Diccionario Panhispánico de Dudas explica que: “Debido a su extensión entre hablantes cultos y escritores de prestigio, se admite el uso de -le en lugar de -lo en función de complemento directo cuando el referente es una persona de sexo masculino: “Tu padre no era feliz. […] Nunca le vi alegre”.

Sin embargo, el uso de -les por -los cuando el referente es plural, aunque no carece de ejemplos literarios, no está tan extendido como cuando el referente es singular, por lo que se desaconseja en el habla culta: “Nunca LES vi pasar camino al río”. Correcto: Nunca los vi…

Este tema ha sido una sugerencia del doctor Víctor Livio Cedeño, destacado jurista que lee siempre esta columna. Él ha insistido en el uso del pronombre le. Aún no terminamos. Esto ha de continuar.

El Nacional

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