Con absoluto silencio se ha estado manejando la situación económica y legal del socio de nuestro país en Refidomsa, la empresa estatal venezolana PDVSA. Ahora que Estados Unidos ha amenazado con imponer sanciones por la celebración de las cuestionadas elecciones de la Asamblea Constituyente en Venezuela, que podría alcanzar directamente a la empresa, los problemas reputacionales de PDVSA pueden rápidamente convertirse en problemas económicos nuestros.

Los problemas legales en PDVSA se han venido acumulando con el pasar de los años, desde investigaciones por lavado de activos relacionados a corrupción y el financiamiento ilícito de actividades en Irán, a los apresamientos de ejecutivos importantes tanto en Estados Unidos como en Venezuela, y hasta una investigación por fraude en Portugal, la empresa estatal venezolana claramente no luce como un socio idóneo para la reputación del Estado dominicano. La posibilidad de sanciones directas a PDVSA por parte de Estados Unidos, pudiera agravar la situación y tener impacto sobre Refidomsa.

Se debe aclarar que el alcance de las posibles sanciones sobre Venezuela, y si en efecto estas afectarán a PDVSA, aún es incierto. No obstante ello debemos recordar que Estados Unidos ya mantiene sanciones contra individuos en Venezuela asociados al régimen de Maduro, y más aún, miembros del equipo del Presidente Trump dentro de la Casa Blanca ya han advertido la posibilidad de que PDVSA sea impactada.

La imposición de sanciones a PDVSA por parte de Estados Unidos sería un evento significativo. Usualmente las sanciones económicas de esa nación sobre empresas implican una mezcla de congelamiento de fondos y activos en el territorio americano, prohibición de entrada en Estados Unidos de personal clave, y la entrada en la lista OFAC que implica severas restricciones al manejo de fondos y el financiamiento no solo de PDVSA sino de sus empresas vinculadas, lo que podría tener un impacto sobre Refidomsa.

El Estado dominicano tiene muchas alternativas para manejar la presencia de PDVSA en la refinería estatal, y puede disponer de ellas para solucionar su exposición a las posibles sanciones sobre el régimen venezolano manteniendo la postura diplomática que hasta ahora ha enarbolado.

Lo que resulta claro es que se materialicen o no las sanciones sobre PDVSA en el presente momento, la participación de la empresa venezolana en Refidomsa así como cualquier negociación futura con ella van a representar un riesgo latente para nosotros mientras la situación social y política de Venezuela no cambie. No me parece un riesgo que valga la pena asumir.