CLEARWATER, Florida, EE.UU.- Otro día de práctica había terminado el sábado, pero todavía había trabajo por hacer. Andrés Blanco necesitaba un corte de pelo. Tuvo suerte.
Pedro Beato, un derecho que intenta ganar un lugar en el bullpen de los Filis, ha reclamado el trabajo de barbero del club. Cortó el pelo de Blanco en el baño, a pocos metros del armario de Blanco. Beato, un barbero autodidacta, mostró a Blanco imágenes de cortes antes de ponerse a trabajar. Beato comenzó a cortar pelo hace 10 años cuando estaba en las ligas menores. Él trabaja por las propinas.
“Comenzó con chicos que iban a lugares que estaban bastante malos y yo yendo a lugares, teniendo que pagar por ello, y encontrar a alguien que no ponía demasiado énfasis en éllo”, dijo Beato. “Me enojé y me encargué de aprender”.
Beato compró un kit de peluquería y buscó consejos de sus compañeros de equipo que sabían cortar el pelo. Su comienzo estuvo lleno de pruebas y errores. Beato aprendió a ser conservador y cómo arreglar sus propios errores. El pitcher recibió una educación de barbero dentro de las camerinos de las bajas ligas menores.
“Es como si la gente que aprendiera a hacer tatuajes necesitara cadáveres”, dijo Beato.
Uno de esos cadáveres pasó a ser Pedro Florimón, quien se une a Beato con los Filis esta primavera. Beato continuó su oficio mientras su carrera de béisbol viajaba por la escalera de las liga menores, agregando clientes en cada parada. Rápidamente se difundió que el equipo tenía un peluquero. El elogio más grande vino la temporada pasada cuando los compañeros de equipo eligieron a Beato por encima de los peluqueros que vinieron al camerino.
“Es una buena sensación que piensan que corté el pelo mejor que los tipos que realmente lo hacen”, dijo Beato.
Beato no ha llegado a las mayores desde 2014 cuando lanzó en tres partidos con Atlanta. El jugador de 30 años encontró éxito en las dos últimas temporadas con la filial triple A de Baltimore, registrando una efectividad de 2.65 en 142 entradas y dos tercios. La temporada pasada comenzó con nueve cortes de pelo el día antes del día de apertura en Charlotte, N.C. Terminó con 62 ponches y 24 caminatas en 68 entradas.
El campo de Filis ha estado abierto por menos de una semana, pero Beato ya ha cortado el pelo a una docena de jugadores. Los negocios están prosperando. Blanco recibió un desvanecimiento alto. El corte pareció fresco, dijo Blanco. Edubray Ramos recibió una puesta al día. Adam Morgan y Logan Moore buscaron a Beato para limpiar sus barbas. Moore jugó con Beato en la liga dominicana de invierno. Beato era el “barbero”, allí también, dijo Moore. Luis García, quien trabajó en una peluquería en 2011 cuando estaba fuera del béisbol, pidió también a Beato que le acicalara su barba.
“Fui a ver si podía alinearme la barba porque la única manera que sé cómo hacerlo es simplemente cortarla”, dijo Morgan. “Pero él se tomó el tiempo, cortó todos los pelos perdidos y fue muy agradable”.
Beato invirtió 150 dólares el año pasado en un maletín de plata que protege unos cuantos cientos de dólares en cuchillas y maquinas de afeitar. El maletín lo guarda junto a su casillero, abriéndose por la tarde cuando se abre la peluquería de Beato. Beato lleva el maletín por todas partes, incluso arrastrándolo aún en viajes en la ruta. La próxima parada del maletín, Beato espera, sea en las grandes ligas.
“Eso sería algo increíble”, dijo.
