Opinión

Pensando en el 2016

Pensando en el 2016

Si hoy podemos afirmar categóricamente que la política tiene carácter de ciencia, es precisamente, porque dispone de instrumentos eficaces que les permite a los cientistas prever  y conjeturar los acontecimientos en el tiempo.   Quizás, el ejemplo más ilustrativo, de carácter ecuménico, lo constituye la famosa Conferencia de Versalles.

En los  440 artículos de la Conferencia de Versalles, se impone sanciones a Alemania como nación vencida en la Primera Guerra Mundial 1914-1918. Todos los estudiosos de la Ciencia Política sabían que esa era la primera causa de la fatídica Segunda Guerra Mundial 1939-1945, la cual produjo cambios drásticos en todos los órdenes.

Una breve mirada a la historia dominicana, me confirma, científicamente, que los actores políticos dominicanos nunca se retiran del escenario político y tienen vigencia hasta el último aliento de su existencia. Genio y figura, hasta la sepultura.

El general Pedro Santana, aunque renunció algunas veces a la presidencia de la República, tuvo vigencia política casi hasta el final de sus días. Es más, cuando se percató de que el sector hatero había fracasado ante la pequeña burguesía, procuró la anexión a España para mantener su vigencia política.

El general Gregorio Luperón, quien pudo ocupar la presidencia en varias ocasiones, prefirió ser el árbitro de la vida nacional a través del partido Azul. Pero fue tanta su vigencia pública, que su antiguo pupilo, el dictador Lilís, Tuvo que ir a buscarlo a Saint Thomas, ya enfermo, para que muriera en su patria en el año de 1897.

Al presidente Ulises Heureaux hubo que quitarle su vigencia política a tiros limpios la tarde del 26 de julio de 1899. Mon Cáceres, Jacobito de Lara y otros jóvenes se bañaron de gloria. En el caso de Buenaventura Báez, solamente habría que añadir, que ocupó la presidencia en cinco ocasiones, ejerciendo un liderazgo sobre la pequeña burguesía, cuyo líder natural era Juan Pablo Duarte antes de ser expulsado del país.

En el caso de Trujillo, hubo que esperar 31 años para que un 30 de mayo de 1961 un grupo de valientes dominicanos, le arrebatara su vigencia física.  Y los casos de los presidentes Juan Bosch y Joaquín Balaguer, son harto conocidos, y todos sabemos que ambos tuvieron vigencia política por más de 60 años en la vida nacional.

A sabiendas de que nuestros actores políticos no se retiran, preparémonos pues, para ver  en el 2016 al doctor Leonel Fernández como candidato por el PLD, si logra sobreponerse al mal momento que pasa, y a Hipólito Mejía o Miguel Vargas Maldonado por el PRD.

 Podría haber algunas variables políticas con nuevos proyectos presidenciales emprendidos por Guido Gómez Mazara, Luis Abinader, Tony Raful y Ramón Alburquerque, pero todos esos proyectos serán escaramuzas que podrían variar la correlación de fuerzas al momento de elegir el candidato del PRD, que repito, será: Hipólito Mejía o Miguel Vargas Maldonado.

Pensar lo contrario, es negar la historia dominicana.

El Nacional

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