Opinión

PLD insaciable

PLD insaciable

Hace unos días, el Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE confesó que si bien la tarifa eléctrica ha debido bajar por la reducción de los precios del petróleo, el gobierno ha decidido no hacerlo para con ello, financiar los costos de Punta Catalina. Pero, igualmente, el Ministro de Industria y Comercio ha igualmente confesado que no puede bajar los precios de los combustibles, aunque los indicadores de los precios del petróleo han caído, debido a que tiene que cumplir con la ley.

Si la democracia dominicana no estuviese secuestrada por el PLD, que controla todos los poderes del Estado, en cualquier otro país de instituciones fuertes, esos funcionarios hubiesen sido cuestionados por el Congreso, y probablemente hubiesen renunciado. Para el PLD, el poder se ejerce sin control y total discreción. La ley existe, pero no se aplica.

Con el incremento desmedido de la deuda pública, y los aumentos en el costo de la luz, combustibles, y ahora último, del peaje en un 100%, el PLD deja en evidencia su carácter autoritario y nula capacidad de administración. En adición, los recientes nombramientos de más de cuarenta viceministros confirman su visión corporativista del Estado, manejado como botín político. Funcionarios con altos salarios mientras los policías y los empleados públicos, y con ellos, la mayoría de los dominicanos, tiene que sobrevivir el alto costo de la vida. Todo esto sin mencionar la impunidad y la corrupción que existe en el gobierno.

El que sufre es el bolsillo de la mayoría de los dominicanos, hundido por una factura de luz que no baja a pesar de un mínimo histórico en el costo del petróleo; hundido por el costo de combustibles cuya fórmula de cálculo solo conocen en Palacio; y hundido porque ahora, con un aumento del peaje, un parche fiscal encubierto, la vida será más cara, más difícil y más insostenible. Todo en nombre del poder discrecional de los funcionarios, sin ningún tipo de control.

La insaciabilidad del PLD se combate y se frena con el ejercicio del derecho ciudadano, y con recuperar el poder de fiscalización y contrapeso por parte de la oposición en el Congreso. Ese es el compromiso de quienes transitamos por la vereda de los intereses de la mayoría, de la dignidad, de la seguridad ciudadana, del empleo digno, de una salud con calidad y de una educación con futuro, y sobre todo, de un costo de vida que permita a todas y todos, vivir en paz y prosperidad. Lo lograremos.

El Nacional

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